Doña Teresita
A sus 76 años, Doña Teresita no recordaba que esa fuera su edad exacta, o ese su nombre, cada día perdía más momentos, perdía recuerdos, y en esa misma medida, sus ojos perdían ese azul intimidante que solían seducir en sus tiempos mozos, en cambio adquirió una mirada que, aunque igual de azul, solo inspiraba pesar y cansancio, estaba claro que los años y las tragedias no habían pasado en vano, hace años que perdió a su esposo en un accidente, pero si se puede decir que hay algo bueno del alzheimer, es que esos dolorosos recuerdos casi no los tiene ya, casi no sufre a causa de ellos, ella más que nadie sabe que no puede sufrir por algo que no recuerdas, algo que, según tu memoria nunca existió.
Ahora ella solo cuida de su bebé de 48 años, o eso cree, pero en su condición la edad no importa porque nació así y siempre sera como un pequeño niño, que necesita toda su atención y cuidados, y ahí esta...
Acostado, su único hijo, el único que sigue dándole momentos que valgan la pena recordar brevemente, lo cuida y atiende como el bebé que es, está poniéndole unas medias tibias, porque a pesar de no ha logrado despertarlo para darle su sopa, él no se ha quejado y hace horas que esta frío.!