Mi uno en un milló.

Me había tragado el “Mi amor es suficiente por ambos”.
Con solo mirarte puedo notar lo insuficiente de latente cariño.
Comportarte como niño mimado era algo que a uno deja agotado.
Sé que solo por diversión aceptaste mi misión de conquistar tus tesoros.
Ahora solo lloro como una tonta magdalena al comprender la faena tan humillante,
que en algún instante proclame maravillosa, sé que me he comprometido a limpiar tu corazón,
pero es que hay tanto traste sucio de quien a tu lado cocinó pasión.

Si solo un día me vieras como vez a las chicas bonitas,
se que no tengo sus caderas o menos vello masculino. Pero puedo darte lo que no te daría un revolque.

Aunque solo pida amor y tú quieras pasión.
Aunque digan que solo estoy confundido…
Aunque me utilices por este desvarío.
Aunque no sea más que tu número dos.

Aún así, tú eres mi más grande inversión.