Una opinión cristiana libertaria sobre la adopción homosexual
Tenga en cuenta que esto está dirigido a cristianos y conservadores sociales en las Américas.
Un artículo publicado hoy en Actuall dice que 'Casi el 15% de las adopciones en el Reino Unido son de parejas homosexuales.' Muchos conservadores sociales, especialmente católicos y protestantes evangélicos, están prácticamente enzarzados en esto. Pero, ¿por qué están tan enojados con las cosas que no les hacen daño a ellos ni a sus familias?
Alguien ya intentó arrojarme la escritura sobre el matrimonio de 1 Romanos. Noticia de última hora: las reglas del Nuevo Testamento no se aplican a las personas que eligen no ser miembros de la iglesia. La Epístola a los Romanos se aplica a mí, pero no se aplica a los homosexuales y/o los ateos. Apocalipsis 20 explica qué sucederá con la gente que deciden no participar en la iglesia. Sus destino está sellado; no son tuyos para juzgar.
A mí no me importa que 15% de las adopciones en el Reino Unido son de parejas homosexuales porque yo no vivo aya. Siendo cristiano, yo sé que nada que los homosexuales harán podría disminuir lo que Dios creó. La mayoría de homosexuales han nacido y criado en familias heterosexuales y cristianas, y la mayoría de los niños adoptados por parejas homosexuales son y seguirán siendo heterosexual.
Si nada más, me alegra que hay más gente que quiere cuidar a los huerfanos y darles un hogar. Yo soy cristiano y libertario. No me preocupo para nada por los actividades pacíficos de mis vecinos si ellos no se metan en mi vida ni si intentan controlar mi fe.
Al argumentar en contra de la adopción homosexual, conservadores están argumentando a favor de mantener a los niños en orfanatos y sujetos a los abusos del sistema. Me niego a discutir a favor del abuso infantil. Conocí a docenas de parejas homosexuales con niños aquí en los Estados Unidos. En todos los casos, los padres son homosexuales, pero los niños son heterosexuales. Los niños viven vidas normales y como jovenes normales, la mayoría no ha hecho la cama ni cortado el césped.
Sin embargo, es una verguenza que hay hermanos en Cristo que piensan que necesiten el permiso del gobierno para casarse o adoptar un niño. Se supone que le debemos dar a César lo que le pertenece a César, pero si Dios ordenó el matrimonio y la familia, entonces esas instituciones no pertenecen a César. Por lo tanto, tenemos el derecho natural y piadoso de rechazar la intromisión del gobierno en nuestras vidas.
Podemos negar el gran pecado de Israel cuando rechazaron a Dios y exigieron un rey y un gobierno en 1 Samuel 8. Tenemos la ley de Dios y Cristo el Rey. No necesitamos gobiernos en la Tierra. Nadie debería necesitar el permiso del gobierno para convivir o tener una familia. Si tratamos de gobernar las vidas de otras personas, entonces tratarán de gobernar nuestras vidas.
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