Opuestos
Oscuridad y luz, bien y mal, negro y blanco, día y noche, agua y fuego, pureza y corrupción. El mundo está lleno de opuestos.
No, el mundo no está lleno de opuestos, el mundo se basa en los opuestos. El mundo gira gracias a los opuestos. Estos opuestos son completamente diferentes entre ellos, uno tiene lo que el otro no. Por esta razón, se complementan a la perfección. Todos hemos escuchado la frase “Los opuestos se atraen” que alude a que los que son completamente diferentes, se atraen entre ellos.
Es algo confuso ¿Cierto? Si se supone que son completamente contrarios, ¿Cómo es posible que se atraigan? Como dije antes, uno tiene lo que el otro no. Uno tiene lo que el otro necesita para sí mismo, uno tiene lo que al oro le falta. Uno no puede vivir sin el otro, y tampoco se pueden diferenciar si falta uno de ellos.
¿Cómo saber que el blanco es el punto más claro del color, si no tenemos al más oscuro?
No puede haber mal, si no hay algo que lo contradiga. No puede haber día, sin la noche que la reemplace. No puede haber fuego, sin el agua que lo apague. No puede haber corrupción, sin la pureza que lo precedía.
Los opuestos están destinados a encontrarse, y a complementarse. Es algo inevitable, uno existe gracias al otro y obligatoriamente se encontrarán. Un ejemplo es el color negro, que representa la ausencia de blanco, la ausencia de luz. Los opuestos están unidos por fuerzas mayores, y no puede cambiarse.
Aunque queramos negarlo, el mal va agarrado de la mano con el bien.