LA IMPACIENCIA, ENEMIGO SILENCIOSO QUE PASA DESAPERCIBIDO.

in #life6 years ago

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Cuando hablamos de nuestros enemigos inmediatamente lo primero que se nos viene a la mente es el vecino que nos hecha la basura frente de la casa, el profesor que nos raspo la asignatura, aquella amiga que nos involucró en un chisme e inclusive nuestra madre que no termina de aceptar al noviecito que hemos escogido. Pero la verdad es que la impaciencia es un enemigo silencioso que muchas veces pasa desapercibido entre nosotros, por considerarla una condición que nos caracteriza como individuos, por lo que no le damos la importancia esta requiere y nos acostumbramos a vivir con ella, como si se tratase de un atributo más de nuestra personalidad.

Y cuando digo como si se tratase de un atributo más de nuestra personalidad, es porque aunque es muy común escuchar por ahí “Soy una persona muy impaciente”; realmente la impaciencia no viene a ser parte de un rasgo distintivo que nos definen como individuos, sino más bien una conducta aprendida a lo largo de nuestras vidas.


La impaciencia nos puede hacer abortar nuestro propósito.


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Aunque parezca mentira la impaciencia nos puede llevar a desviarnos de nuestro propósito y cometer errores de los cuales podemos arrepentirnos en el futuro; esto por querer adelantar un poco el tiempo en el cual deben acontecer las cosas; por lo que muchas veces no estamos preparados física, mental o académicamente, para asumir retos en nuestras vidas que requiere de un mayor nivel de preparación y formación para poder desempeñarlos con éxito.

No manejo mucho sobre el tema, pero sé que ningún boxeador va a una pelea de peso pesado, siendo peso pluma y mucho menos se arriesga a ir por un título de campeón si primero no se prepara con cierta cantidad de enfrentamientos que antecedan a esta.


La impaciencia nos puede hacer perder nuestro matrimonio.


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Cuántas veces no hemos escuchado por ahí de esas parejas que se separan por no saber lidiar con los conflictos que se les presentan en su vida matrimonial. Esto por el simple hecho de que la impaciencia puede generar en la vida de una persona; los estados de estrés, ansiedad, ira, frustración, intolerancia, angustia, entre otros,.. Y son precisamente estos estados los que conllevan a que una pareja llegue a su punto de quiebre; al no saber canalizar en su momento, la presión que sienten en medio de una situación en particular; lo que acarrea un déficit de comunicación entre estos; siendo esta unas de las bases fundamentales para el buen funcionamiento de una relación.

Es entonces cuando es muy común oír esa famosa frase que dice “Esta es la gota que derramo el vaso”; pero la verdad es que es imposible que un desacuerdo en si pueda destruir una relación de pareja; más bien se trata de una constante acumulación de desacuerdos y diálogos inconclusos que conllevan a ello; y esto porque a veces la impaciencia acarrea un nivel de inmadurez a tal punto que evita que uno de los dos de su brazo a torcer y pueda ver más allá de lo que su intolerancia le permite.


La impaciencia nos puede hacer perder nuestro negocio.


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A veces tenemos la tendencia de tomar decisiones erradas en nuestros negocios por no pensar en frio antes de tomar una decisión en un determinado momento; y esto porque la impaciencia nos puede trancar la mente cuando estamos bajo presión y por ende hacemos lo primero que se nos ocurra sin medir las consecuencias de lo que estamos haciendo.


Pienso que algo parecido está ocurriendo en Steemit, ya que estuve indagando por ahí y me topé con este artículo https://steemit.com/mspsteem/@mariale07/estamos-en-una-carrera-de-resistencia, donde la autora enfatiza de que el valor de la moneda en Steemit ha ido en bajada, por lo que cada día hay menos personas activas en la red y muchos optaban por abandonar la misma, pensando tal vez que ya no valía la pena seguir escribiendo porque la remuneración económica que obtenían no era lo suficiente buena considerando todo el esfuerzo, tiempo y dedicación que invertían en cada escrito; pero como siempre hay una salida al final del túnel, aquí les dejo esta cita extraída de dicho artículo para que agarren un poquito de impulso:

Si tenemos una pequeña noción de lo que es el mercado de valores, sabemos que hay muchos factores que afectan el valor de un activo según la oferta y la demanda. Bajo ese concepto se rige el mercado de las criptomonedas, hay muchos factores que pueden están haciendo que el valor de las monedas bajen, y como todo mercado hay bajas pero también hay subidas.


Así que no tomemos decisiones apresuradas y esperemos por esas alzas que están por venir; después de todo el tiempo de Dios es perfecto y él no se atrasa ni se adelanta sino que siempre llega a tiempo.

De la misma forma pasa cuando iniciamos una carrera universitaria y al no poder pasar una materia, se nos colma la paciencia y tomamos en muchos casos la mala decisión de hacer borrón y cuenta nueva y simplemente cambiamos de profesión por otra que no nos gusta tanto pero que si bien no resuelve el problema, vendría hacer una buena alternativa para evitar embotellarnos.

Y es que muchas veces la impaciencia nos conlleva a evitar situaciones que nos sacan de nuestra comodidad y confort, por lo que tendemos a desviarnos y evitar dichas situaciones por no querer afrontarlas y asumirlas como es debido.



La impaciencia puede afectar nuestra salud mental.


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Así es y aunque este punto lo he dejado de último yo diría que es el más importante de todos, ya que la impaciencia nos puede llegar a ocasionar estrés, ansiedad y frustración. Y todos sabemos que el estrés y la ansiedad pueden deteriorar física y mentalmente a una persona, causándoles estragos en la piel, pérdida de cabello, falta de concentración, envejecimiento y hasta locura, me atrevería a decir. Por su lado la frustración puede ocasionar una baja autoestima en las personas sintiéndose fracasada por estar insatisfecha de no poder conseguir lo que quería en un periodo corto de tiempo.


Anécdotas personales.


Particularmente yo era una persona muy impaciente, recuerdo que cuando iba a trabajar casi siempre salía tarde de mi casa, por lo que cuando abordaba un autobús, prácticamente me quedaba sin uñas por la tertulia que sentía cuando veía manejando al conductor; porque sentía que este iba a paso de un morrocoy, además se paraba en cada parada a recoger pasajeros aunque estos vinieran caminando a una cuadra de distancia de estas, inclusive todo el mundo conspiraba en mi contra porque hasta los semáforos cambiaban de luz verde a roja cuando veían que se aproximaba el bus. La verdad más que ser impaciente creo que era paranoica.

Otra anécdota que recuerdo es que cuando algo se me perdía o no lo conseguía en el lugar donde yo pensaba lo había colocado, me desesperaba y comenzaba mi agonía hasta el punto tal de mi mama se veía obligada a correr para ayudarme a buscar porque yo le echaba la culpa a todo el mundo de a ver tomado lo que se me había perdido, y lo peor no era eso sino que cuando lo encontraba siempre tenía dos opciones, la primera era esconderlo nuevamente y no decir absolutamente nada si recordaba que yo lo había puesto ahí; y la segunda era armar otro escándalo diciendo que alguien lo había puesto estratégicamente en ese lugar para que yo lo encontrara.

Y es que cuando la persona es impaciente siente que todo el mundo conspira en su contra, el profesor le tiene rabia, el conductor lo hace a propósito, la cajera del supermercado es odiosa por lo lenta que es; en fin todo el mundo está mal menos nosotros.


Como controlar la impaciencia.


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Ahora bien ustedes dirán y como puedo dejar de ser impacientes, si es algo que vengo arrastrando a lo largo de mi vida; pues la verdad es que la impaciencia es algo que se puede controlar con mucha practica y ejercicio y son precisamente esos momentos que nos sacan de nuestras casillas, los que al final nos pueden ayudar a contrarrestar la misma.


En mi caso y aunque no del todo pienso haberlo alcanzado, me ayudó mucho el hecho de haberme convertido en madre, y es que hay que armarse de mucha paciencia cuando se tienen hijos, porque estos tienen tantas ocurrencias…Aunque algo que nos facilita mucho el proceso es el amor que le tenemos; ya que el amor todo lo puede; así que de alguna u otra forma se me hizo fácil la tarea. En cuanto a ustedes les recomiendo estos sencillos consejos:

  • Respira profundo, toma las cosas con calma, todo tiene solución en la vida, así que no te impacientes cuando algo te salga mal, déjalo ahí y luego regresa a culminarlo.
  • Cuenta hasta diez lenta y pausadamente, este es un ejercicio muy común en el caso de sentirse enojado pero bien podría servir a la hora de sentirse impaciente.
  • Haz una actividad física, esto ayudara a drenar cualquier tipo de energía que sientas y también te sentirás en forma y muy saludable.
  • Escucha música de tu preferencia, la verdad es que la música a veces es nuestra mejor aliada y es excelente medicina para el alma.



¡DIOS LES BENDIGA!



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