La ciudad moderna
Para el año 2017 (según estadísticas del banco mundial) más de 4000 mil millones de personas viven en ciudades; las ciudades se han convertido en centros de aglomeración de grandes poblaciones, y cada vez es más común ver mega ciudades que alcanzan las decenas de millones de personas.
La concentración de riqueza en determinados centros poblados atrae a las personas que ven en las ciudades una oportunidad de mejorar su calidad de vida, y es que las ciudades modernas brindan a las poblaciones acceso a una infinidad de bienes y servicios como nunca antes en la historia había sido posible. Vivir en una ciudad le brinda al ciudadano acceso a servicios de primer mundo que rápidamente se equiparan a nivel planetario, en términos de salud, educación o vivienda las ciudades modernas brindan servicios en cantidad y calidad cada vez más similar.
Y es que se ha demostrado que los problemas generados por la sobre población puede ser subsanados en base a al ingenio conjunto de las personas; las ciudades se han convertido en centros generadores de conocimiento, desde los distintos centros de desarrollo científico públicos o privados se buscan soluciones innovadores a cada uno de los problemas.
Sin embargo el crecimiento de las ciudades modernas se alimenta de un componente esencial, el ciudadano; cada vez se requiere una mayor cantidad de personas para apalancar el crecimiento económico de las ciudades, que revitalicen el consumo, además de trabajadores cada vez más especializados que generen la fuerza laboral necesaria en la industria moderna.
Así pues se hace cada vez más necesario la evolución de los sistemas legales de las ciudades, sistemas que permitan el dinamismo, la flexibilidad y un mayor poder de maniobra de acuerdo a las necesidades del área urbana; las ciudades modernas no pueden seguir dependiendo de legislaciones y normativas de estados que en la mayoría de los casos se encuentran a kilómetros de distancia, que pretendan legislar sin conocer de primera mano las necesidades y requerimientos de las regiones.
Es necesario para una ciudad moderna, la puesta en marcha de sistemas legales con reglas claras para los ciudadanos, que garanticen la seguridad y la justicia, la protección de la vida, la libertad y la propiedad privada y que no solo atraigan a cada vez más personas que apalanquen el desarrollo del área urbana, sino que además permitan el crecimiento intelectual y científico de los ciudadanos que en ella habiten.