3 HÁBITOS POSITIVOS PARA COMENZAR CADA DÍA
PRIMER HÁBITO
COMIENCE EL DÍA PENSANDO EN POSITIVO
En de suma importanca que comience cada mañana con pensamientos positivos y que voluntariamente oiga palabras que lo motiven. Debemos direccionar a nuestra mente en escuchar lo que nos motive. Las palabras podemos compararlas como semillas que serán sembradas en la “tierra” de nuestra mente y que ellas darán los frutos correspondientes. Es imposible, por ejemplo, que una mente donde solo se siembren semillas de negativismo pueda dar frutos de posibilidades. Un tipo de mente así solo pensará en términos de incredulidad y de fracaso por lo que se ha sembrado en ella. Sin embargo, si se comienza a sembrar en ese tipo de mente semillas de fe y de optimismo toda aquella mala hierba de negativismo morirá por el efecto de los pensamientos de fe y milagros que comenzarán a sembrarse. Se cree que los hermanos Wright, los pioneros de la aviación y los que llegaron a diseñar y fabricar el primer avión, se debió a los efectos de las palabras que continuamente su madre le pronunciaba y le sembraba en sus mentes. Cuenta la historia que, su madre aún teniéndolos en su vientre les confesaba a todos que esos dos niños que estaban dentro de ella serían unos grandes inventores y que serían una bendición para la humanidad. Me imagino que la mente de Orville y Wilbur Wrigth se impregnaron de esas palabras, no solamente cuando aún no habían nacido, sino a través de su infancia y juventud. Estoy totalmente seguro que su madre iba fortaleciendo esa idea en sus mentes hasta que por fin dieron los frutos correspondientes a ese tipo de semillas y llegaron a ser lo que su madre les confesaba.
Esto sucedió con los hermanos Wrigth simplemente porque fueron sembradas semillas de invento y creatividad en sus mentes y que a su tiempo se manifestaron los frutos. Sin embargo, así como ellos dieron buenos resultados, también se puede dar malos resultados cuando se siembra semillas de fracaso y derrotas. He sido testigo de un sinnúmero de personas que hoy están cosechando una vida improductiva producto de lo que le han sembrado en sus mentes desde pequeños. Muchos han sido rechazados por sus mismos padres y como resultado de esas semillas sembrada en ellos, han cosechado una vida de muy poco impacto. A otros le han sembrado la falsa idea de que nacieron pobres y que deben morir en esa condición. Recuerdo que cuando era niño unas de las palabras que muchas veces oía alrededor de mi familia era que “éramos pobres y que debíamos arroparnos hasta donde alcanza la cobija”. Le doy gracias a Dios que mi mente sufrió una metamorfosis al desalojar esos tipos de pensamientos negativos por unos positivos y de fe y he comenzado a cosechar una vida significativa y protagónica.
SEGUNDO HÁBITO
BUSQUE RODEARSE DE AMISTADES CORRECTAS
En una oportunidad mi ropa se impregnó de olor a cigarrillo por el simple hecho de haber estado a lado de una persona que fumaba. Me di cuenta que aunque no participe del fumar fui afectado por el olor desagradable del cigarro. Tiempo después relacione este hecho con el tipo de amistades que frecuentamos. Si nos rodeamos de personas optimistas seguro que seremos impregnados del olor agradable de lo positivo. Pero de igual manera, si nos rodeamos de personas negativas seremos llenos del olor a lo negativo. Sin lugar a dudas el tipo de personas con que nos asociemos día a día va influenciar poderosamente en nuestra manera de pensar. Hay un proverbio muy popular que dice: “Es mejor estar solo que mal acompañado”. Hay una gran verdad en este dicho, no obstante, muchos sabiendo estas palabras caen en el error una y otra vez de unirse y pasar mucho tiempo escuchando a personas con un vocabulario negativo. No se dan cuenta que esas cantidad de palabras negativas se van adueñando de su tren de pensamientos hasta hacerlos incapaces de cosechas productivas en sus vidas. Debemos ser de los que están plenamente convencidos de que los pensamientos positivos que hay en nosotros se ensancharán y se fortalecerán si continuamente estamos asociándonos con personas que tenga un vocabulario positivo y edificante.
Asociarnos con personas llenas de palabras negativas corremos el riesgo de que ese tipo de palabras debilite y robe nuestra fe y optimismo. Es por ello que debemos cuidadosamente seleccionar con qué tipo de personas intimidamos. Entendamos que nuestra mente se alimenta de palabras que se albergarán en nuestra vida interna y que a su vez determinará nuestra personalidad. Es por esta razón que el apóstol Pablo les dijo a los cristianos de Corintio:
“No erréis las malas conversaciones corrompen
las buenas costumbres” 1 Corintios 15:33
Al Pablo decir “No erréis” nos quiere enseñar que es un error estar escuchando conversaciones negativas. Contemplar sin ningún tipo de resistencia a alguien hablando palabras destructivas de nuestra fe es un error garrafal. Se debe tomar cartas en el asunto y detener, con mucha sabiduría por supuesto, a todo tipo de persona que tenga ese tipo de palabras y que quieran introducirla en nuestra manera de pensar. Así que, desde muy de mañana esté pendiente a quien oye para que pueda desechar a las personas que tienen un lenguaje tóxico
TERCER HÁBITO
DURANTE EL DÍA APROVECHE AL MÁXIMO EL TIEMPO
Hay unos que duermen más de lo necesario, mientras otros trabajan y sacan provecho de esas horas, hay otros que pierden horas observando la televisión o Internet, cosas que no traen ningún tipo de edificación, mientras otros estudian cómo seguir surgiendo y alcanzando posiciones más elevadas en las áreas donde se desenvuelven. Es por esta razón que no hemos de extrañarnos el por qué hoy en día vemos a personas viviendo, comiendo y vistiendo mejor, mientras que otros son simples espectadores, y muchas veces criticando injustamente a los que tienen mejores estilos de vida que ellos. Dijo el apóstol Pablo a la iglesia de Éfeso con referencia al tiempo.
“Mirad, pues, con diligencia cómo andéis, no como necios sino como sabios, APROVECHANDO BIEN EL TIEMPO porque los días son malos.”
Efesios 5:15,16
Aquí el apóstol nos da a entender que no saber aprovechar el tiempo al máximo es de necios. Y creo que no hay duda de ello, pues estar en ociosidad o estar haciendo algo de poca importancia no es de sabio. El tiempo tiene una particularidad única y es que no se puede guardar y economizar, sólo se puede utilizar en el momento que está disponible. Que usted y yo vamos a “ahorrar el tiempo” eso es una falsedad. Comprendamos que el tiempo que perdamos será un tiempo irrecuperable, ya que no tenemos la oportunidad de regresarlo para hacer lo que dejamos de hacer. El hombre positivo y con una mentalidad de excelencia aprovecha al máximo las oportunidades que le brinda el tiempo. Si se puede decir, es un analítico contra aquello que quiere robarle el tiempo y sabio en no permitir el atraso en los objetivos que desea. Siempre está atento contra aquello que podemos darle el nombre de “ladrón del tiempo”.
Hay algo muy sutil que las personan no perciben que les está robando el tiempo y es la mucha actividad. Ellas caen en la trampa y en la mentira de creer que porque están muy ocupados son efectivos. No obstante, cuando se hace una evaluación de lo que se hizo en el día se observa que tuvieron mucha actividad pero muy poca efectividad. Son como aquellos obreros que duraron todo el día cortando árboles con una sierra en una inmensa montaña, pues por allí habría de pasar una carretera. Ya al final de la tarde llegó el supervisor de la obra y le hizo la pregunta de qué habían hecho todo el día. Con mucho orgullo los agotados trabajadores le informaron que habían terminado todo aquel inmenso monte, a la cual el supervisor les respondió que el trabajo estaba bien hecho, pero que se habían equivocado de montaña; mucha actividad pero nada de efectividad.
Para aprovechar lo más que pueda el tiempo, es de suma importancia que usted señale, si es posible en una hoja de papel, cuáles son las prioridades de cada día, desde que se levanta en horas de la mañana hasta que vuelve a la cama en horas de la noche, pues cuando usted ignora el orden de prioridades en el comienzo del día, seguro que es de aquellos que se entremete y se enreda en que cualquier actividad en el transcurso de las horas, y lo más probable es que dichas actividades no contribuyan a las metas que desea alcanzar. Para evitar esto, usted debe aprender a decir NO a las tentaciones que vengan y a rechazar lo que no le ayude a cristalizar los objetivos que tenga en mente. En otras palabras, usted debe hacerse un especialista en saber cuáles son aquellas actividades que normalmente le obligan a romper su horario ya preestablecido. ¿Con qué propósito? Con el de identificarlas y no caer en el error de entregarle el dominio de su tiempo a esas actividades. El reloj sigue su marcha ¡inviértelo bien y disfrútelo!