LifeStyle 01 | La historia de un visitante, que cambió nuestras vidas
“A partir de aquel día comenzó algo realmente a cambiar, aunque al principio no nos dimos cuenta de la magnitud, en la que esto cambiaría nuestras vidas. Un beso, un contacto, un saludo se fue convirtiendo en algo tan letal, llegó de manera silenciosa, agonizante, a veces terminaba rápido y otras lentamente...El cambio, las normas, para mantenerse seguro y con vida, hacía sus efectos.”
La historia de un visitante, que cambió nuestras vidas.
Recuerdo ese día como si fuera ayer, el olor a café me sacaba del sueño a la realidad, era hora de levantarse, la jornada laboral comenzaba en un par de horas, y debía prepararme, mi novio ya había adelantado el desayuno, su transporte pasaba más temprano que el mio, así que siempre estaba listo antes de levantarme.
Al encender el televisor, nos dimos cuenta de inmediato que algo estaba sucediendo, puesto que el presidente estaba en cadena nacional en todos los noticieros del país. Mientras desayunaba y veía correr como loco a mi novio, escuchaba al presidente decir: “Todo el país, los 23 estados y el Distrito Capital, todos a la cuarentena social, a la cuarentena colectiva, medida drástica necesaria”.
Mire a mi novio y estaba tan asombrado como yo, 33 eran los casos confirmados ya en nuestro país.
Mientras transcurría la jornada laboral del día Martes 17 de Marzo, por mi mente pasaban muchas cosas, que sucederá con el trabajo, como sera mi vida de aquí en adelante, las reuniones que acostumbraba hacer con amigos cada cierto tiempo, las salidas con mi novio, las visitas en casa de mi hermana, como afectaría en mi vida esta cuarentena, sin embargo ese no era del todo el problema, como haría para continuar mi vida sin salir afectada con este virus al cual apode, el visitante, aquel que llegó sin invitación.
La llegada a la casa después de un dia de trabajo, era la gloria, un momento de olvido total de la labor que desempeño, pero este dia era algo más, aún la preocupación rodaba por mi mente, la incertidumbre de que me didas de seguridad tomarian en mi lugar de trabajo, e¿como afectaria en mi salario, entre muchas cosas más. El ladrido de felicidad de mis mascotas (susy y peggy) me sacaron de mis pensamientos, esperaban felices porque ya no estarían solas, las pobres sufrían nuestra jornada de trabajo.
Me dispuse a darme un baño, para rápidamente salir con mis mascotas al jardín a esperar a mi pareja, el día estaba soleado, los carros iban y venían, los chicos se dirigían al estadio cercano a casa, mi vecina regaba sus plantas mientras charlaba con la otra vecina, cuyo tema de conversación era el boom del momento la pandemia y la cuarentena. Susy lanza su primer ladrido y echa a correr junto a peggy hasta la entrada principal señal de que mi novio ya había llegado del trabajo. Al rato de 15min salimos al paseo de todas las tardes con nuestras mascotas, por las calles de nuestra residencia.
Los días transcurrían, nada era igual, el miedo se apoderó de cada persona, las llegadas del trabajo a la casa no eran iguales, lo que se veía como la gloria se convirtió en preocupación y alivio al mismo tiempo, los casos iban en aumento, el visitante se iba propagando cada vez más rápido, las medidas de seguridad fueron aumentando, no se podia circular después de las 15:00 hrs.
Ya las caminatas y paseos después del trabajo se acabaron, el silencio abundaban en los jardines, las calles estaban solas y silenciosas, salí a la terraza a agarrar un poco de fresco, la noche ya había llegado y las luces de las sirenas se veían a lo lejos, las vigilancias hacían su patrullajes, haciendo cumplir la cuarentena en su totalidad.
Mi novio se acerca con una taza de café, acerque la tasa, y el aroma me invade, tome un sorbo, y el líquido recorre mis labios, la calidez eriza mi piel. Si este visitante es así, llega a través de las vías respiratorias, como si fuera un simple malestar, que va evolucionando lentamente para algunos y rápido para otros ocasionándoles la muerte.
Mientras la sociedad estaba abrumada acostumbrándose a los cambios que vinieron después de una cuarentena obligada pero necesaria, el pago de los trabajos, tenian que ser garantizados a pesar de no cumplir con el horario establecido por la ley del trabajo, los alquileres tantos de locales comerciales como de viviendas, fueron reducidos a la mitad de lo que legalmente se pagaban, lo cual trajo muchos conflictos, muchas personas fueron despedidas y otros desalojados de sus casas de alquiler...la inconsciencia de unos se convirtió en la desgracia de otros, el hambre llegó, el desespero, esto era una de las consecuencias de la llegada del visitante, sin contar la suma de fatídica de fallecidos y infectados.
No salí ilesa de estas consecuencias, la primera es que tuve que buscar un nuevo sitio para mudarme, mi arrendadora decidió aumentar el alquiler, a una suma exagerada la cual mi novio y yo no podíamos continuar pagando. Así que ahí comenzó mi nueva preocupación.
Al paso de un mes, encontramos un nuevo sitio para vivir, algo cómodo, tranquilo y con un alquiler que se ajusta a nosotros, nuevo comienzo en nuestro hogar.
El visitante deja una amarga sensación en mi, cada dia que pasa siento que no avanzo, muchos de mis planes cambiaron, conocer nuevos sitios, cosas que tal vez pude realizar, siento que nos hemos atrasado, la educación no es igual, el trabajo para algunos no es tan exigencia mientras para otros si, la economia, la inflacion, muchos proyectos se pararon otros se realizaron pero no surgieron.
No estamos preparados para una visita así, que ha llegado para quedarse. Afectando a personas que se veían completamente sanas, que no tenían ninguna enfermedad que puedan haber sido empeoradas por el visitante.
Otras personas lamentablemente padecen de alguna enfermedad y se complicaron a recibir la visita de esta enfermedad que a causando que numerosas naciones se paralizaran.
Incluso hay personas que aparentemente se encuentran muy bien, no tienen ningún síntoma o lo tuvieron en su momento pero levemente, como un simple malestar, sin embargo se vuelven en ese grupo portador de la enfermedad y la transmiten sin tener conocimiento de que la tienen, afectando a otros de manera drástica.
Tantos casos he vivido de amigos, compañeros, conocidos que han pasado por esta enfermedad, donde muchos han perdido la batalla. Incluso de personas que seguían paso a paso las medidas de bioseguridad, para evitar ser contagiados.
Todos tenemos a alguien cercano que le paso esto, o incluso nosotros mismos.