Perfecto extraño

Hola, perfecto extraño.

En ésta ocasión te escribo para clamar tu olvido, no puedo vivir con el deseo perenne de tu regreso, bien sabemos que no es posible, ella no dejará que regreses a mi lar.

Puedo imaginarnos, puedo vernos juntos, como lo hicimos una vez, viendo el cielo y sus estrellas, cantándole a la caprichosa Luna una de nuestras canciones favoritas.

Puede sentir tus labios sobre los míos y tus manos sobre mi rostro, puedo escuchar un "Te quiero" en el murmullo del viento pero sigo sin verte a ti.

¿Cómo podría ésta vida sin vida ser algo bueno para mí? Siento que no puedo respirar porque el dolor de tu ausencia me ahoga, me rompe poco a poco. No quiero tu lástima, mucho menos una palabra de aliento. Conoces mis motivos, creí conocer los tuyos. Me equivoqué.

La soledad es una amiga barata que se olvida de mí cuando se encuentra con tu recuerdo, la detesto. Buscaré con qué llenarla, un nuevo amor, una nueva aventura, un nuevo deseo. Buscaré en los confines del tiempo una pista para aquello que he perdido.

Deseo firmemente que tu porvenir sea maravilloso, no te guardo rencor, no te deseo mal alguno, simplemente deseo que dejes de ser, dejes de estar, dejes de venir aquí, a mi alma caprichosa, a mi ser que grita tu nombre. Quiero dejarte ir. Te dejo ir.

Supongo que el olvido está lleno de obstáculos y pruebas, cada una he de superarla para alcanzar aquello que busco, para alcanzar aquello que me ha sido robado, para poder ser yo, para que puedas ser tú.

Te amaré, de eso no hay duda, pero tengo un amor mayor por mi persona.

Adiós.