otro poema que traduje del gran sufí Mansur Al Hallaj
Morir antes de morir
¡Oh, mis fieles camaradas! ¡Matadme,
pues en mi asesinato está mi vida!
Mi muerte, es mi sobrevivir
y mi vida está en mi muerte.
Para mí, la desaparición de mi ego es el don más noble.
Y quedarme en mis cualidades, es el pecado más desagradable.
Mi ser se hartó de mi vida en sus formas gastadas.
Pues, matadme y quemadme con mis huesos efímeros.
Luego pasad con mis restos mortales entre las tumbas descuidadas.
Allí (ahí) encontraréis el secreto de mi amado en las almas sobrevivientes.
Soy anciano, del rango más alto.
Luego me convertí en niño en los regazos de las nodrizas.
Residente en un ataúd de una tumba, en tierras pantanosas.
Mi madre parió a su padre, ¡oh! Es una de mis maravillas.
Y mis hijas después de que eran mis hijas; son mis hermanas.
No es por el hecho de los tiempos. ¡No! Ni por el hecho de los adúlteros.
Reunid, pues, juntos mis restos, sacándolos de cuerpos cristalinos.
De aire, luego de fuego; luego de agua del río Éufrates.
Y sembrad todo en una tierra de secano.
Luego regad allí circulando copas.
Por criadas escanciadoras y riachuelos corrientes.
Y si cumplen los siete días,
germinarán las mejores plantas.