Los miedos  declaran la guerra.

Caes para siempre en los corazones.
Incluso los dedos crujen suaves,
A ti el mundo prefiere.
Sería mejor si se metiera en la concha.

Por la sangre de infantes y niños.
A los gritos de la multitud diabólica.
Lleno de luz, aromas florales.
Para un hombre es una tragedia.

Pero una y otra vez sufriendo la derrota,
¡Es legítimamente reconocido!
¡Cómo terminó todo rápidamente!
Somos más fuertes desde el nacimiento.

En la niebla helada resplandeciente,
Perder, no contar, no un poeta.
Cuantas veces cuidaron
El bien del mal, la habilidad de distinguir...

Mi corazón se derramará sobre mi sangre
¿Cuándo terminará finalmente esta guerra?
Nuevos colores con paleta de aire.
Nos convertimos en extraños.

Bajo el llanto de los bebés muertos,
Para mantener la rutina y la mentira en el pasado,
Revolotea ante los fríos y helados charcos,
¿Qué será la paz y la tranquilidad en los corazones?