Mi divina
Sé que lo que hago es la mayor de las locuras, quizás creas que quien habla no sabe nada de lo que es amar. Quizás piense que tan solo soy uno de esos hombre que ama por las noche y por el día olvida lo que es amor. Pero no es así, cada mañana me despierto con el único deseo de hacerte sonreír, cada mañana me despierto con el miedo de si te habrás ido, si te has marchado y jamás te volveré a ver. Pero sabes una cosa, al cerrar los ojos eres quien me hace sonreír, quien me ha dado mil razones para amarte y una sola para quedarme. Podría marcharme, intentar olvidarte, pero jamás podría, porque quien te ha dado la razón para vivir jamás se olvida.
En secreto te amé durante muchos días, tantos que mis lágrimas se secaron preguntado porque no estaba a tu lado. Mi silencio se rompió cuando una tarde te mire a los ojos y mis besos no pudieron callar a un corazón valiente que te gritaba que te amaba. Desde entonces cada día he intentado decirte que te amo, sentirte feliz, verte en un sueño del que yo escriba los guiones. No sé si lo habré conseguido, pero lo único que intentaré es amarte siempre.