una noche...
Sentir el peso de su cadena cual ancla que me atrapa sin dejarme escapar...
Encontrar descanso en mi almohada, rendirme de inmediato, y despertar en la misma posición que me dejó...
Aun tengo la sensación de la cadena apretando mi cuello, allí está y allí estoy perra feliz donde quiere tenerme, donde pertenezco!
a Sus pies... dalia