Crónicas de una tesista espantada: ¿Hay que aprender mandarín?

in #medicina5 years ago

Hace pocos días me quedé fuera de base por unos minutos cuando recibí una caja con medicamentos para entregar a los pacientes de la consulta repleta de estos:

Cada caja trae 12 sobres de Amoxicilina granulada. Yo realmente tardé un poco en darme cuenta de que eran de hecho antibióticos ya que tienen aspecto de caramelos, los sobres son coloridos con dibujos y muchas palabras, todas en mandarín.

En vista de que es uno de los más indicados y sabiendo que la mayoría de las personas que atendemos no cuenta con los recursos para cumplir un tratamiento completo, pedí permiso para llevarme una caja vacía a casa y buscar traducción con la ayuda de mi smartphone porque no tenemos señal, ni internet en el hospital. De forma que pudiera estar segura de cómo indicarla y sacar del paso a quienes lo necesitaran, además de aprovechar una de las pocas herramientas que tenemos a la mano.

Se trata de medicamentos que fueron traídos cuando China envió ayuda humanitaria a Venezuela en marzo del año pasado y que aún están siendo entregados. También he visto complejos vitamínicos y antibióticos en tabletas que me he limitado a indicar por no tener la más mínima idea de cuáles son.

Al igual que mis compañeros soy partidaria de que toda ayuda es bien recibida sin importar de qué lado venga, sin embargo no estoy muy segura de qué tanto se ha agilizado nuestro trabajo desde que "aprovechamos" este recurso. Nos estamos adaptando a la indicación y a reconocer las tabletas que además están todas fuera de sus cajas y aunque esta tarea se ha hecho más fácil para unos que para otros nos reunimos cada tanto a rediscutir la preparación por el miedo a caer en mal uso del antibiótico debido a mala preparación,

¿Será que luego de tantos años de estudio, también hay que aprender mandarín?


Fotografía del autor.