Fuente: Oriflame Cosmetics

Que empiecen los juegos del hambre.

Aquí con la novedad que la cuarentena me descuadró la fórmula que venía aplicando para mi negocio con Oriflame. Le vendía perfumes y cosméticos a las personas de la oficina aplicando la técnica más sencilla de venta que es aprovecharse de la proximidad.

Yo sola vendiendo a la gente que tenía cerca lograba ingresos por la venta directa e incluso alcancé comisiones extras de parte de la compañía. Sin embargo, esa expectativa de ingreso se pausó.

Que llega el caldo de murciélago a fastidiarlo todo.

Claramente bajaron las ventas y hubo que llegar a un acuerdo con los clientes para entregarles después o acordar una entrega en situaciones muy extraordinarias. Mis ganancias estaban calculadas a partir de esa proximidad, que ahorra envíos y transporte como parte de la fórmula y ahora tocaba recalcularlas.

Aquí, tenía dos posibilidades: parar de vender o buscar una manera alternativa de generar ese ingreso extra que ya tenía.

Afortunadamente, Oriflame, la compañía que promuevo tiene varios esquemas para ganar. Así que decidí abrir esa segunda vía que es el reclutamiento. Oriflame es multinivel, así que funciona con la recomendación directa de las personas. La empresa no paga publicidad, sino que la misma gente hace la promoción que se necesita y asegura sus ventas. Si un socio invita a otra persona a ser socia, se genera un nuevo posible canal de ventas.

Ese era un esquema que me dije al principio que igual y que no era para mí. Pero con este nuevo contexto, se volvió mi primera opción. Si no voy a ganar ese dinero extra de las ventas porque la gente anda con que quiere esperar, entonces le voy a apostar a la venta futura e indirecta.

Para no hacérselas cansada, les cuento que invité a clientes a unirse. Resulta que a la gente sí le interesa adquirir sus productos más barato y ganar un extra. Ahora empiezo a ver que estos clientes, ahora socios, están comprando y yo me llevo una comisión por haberlos invitado. El trabajo lo hice hace semanas, pero hoy sí veo una recompensa. Cada quien por su parte está trabajando para vender y todos ganan. Estos socios están llegando a ofrecer a gente a la que yo normalmente no podría venderles tampoco. Aún así yo puedo llevarme una parte pequeña de esa venta a esa persona que no conozco.

Cuando la situación se normalice, la apuesta es que estas personas que creyeron en la empresa y que les están gustando los productos, continúen recomendando y vendiendo de manera directa.

Cuando esto pase, yo estoy preparada para potenciar el negocio.