Un dia normal

No les mentiré, mi día normal no es normal, de hecho es bastante poco usual. Soy Venezolano, de Lecheria estado Anzoategui, ciudad costera, llena de hermosas playas y gente alegre.

Al despertar por las mañanas puedo divisar desde el balcón de mi casa este hermoso paisaje que me augura un excelente día.

Se que ustedes no podrán mas que solo observar el panorama, pero créanme el sonido de las olas al romper contra la arena es más que gratificante, realmente piensas que no puede ser un mal día, todo lo contrario.

Soy buen cocinero, pero odio dedicarle tiempo por lo que de manera apresurada un buen plato de cereal con leche define mi desayuno, una ducha fugaz marca el inicio de mi rutina diaria que sin mucho preámbulo consiste en tomar mis jeans azules ya desgastados por el uso, mis botas de seguridad y la camisa del uniforme de la empresa para la cual trabajo, estando mas que listo para salir de casa.

Hasta los momentos es un día normal para cualquier persona, solo que con una bonita vista por las mañanas, por lo tanto se preguntaran que lo hace ''¿Poco usual?'', bueno, trabajo en una cervecería o mejor dicho en la pequeña planta de producción de una cerveza artesanal cuyos socios no son mas que tres jóvenes amantes - entre ellos mi primo - de la cerveza que durante sus estudios universitarios en ingeniería industrial decidieron emprender un negocio propio en base a su amor por esta bebida.

Cada día se hace algo nuevo, desde mantenimiento a los equipos, limpieza y molienda de la malta cebada, hasta la selección del lúpulo, el filtrado, el proceso de envasado, el almacenamiento para su fermentación y posterior distribución.

En resumen paso la mayor parte de mi día bastante ocupado haciendo muchas labores, eso si, en un gran ambiente de trabajo, pero como todo trabajo no deja de ser agotador.

Termina la jornada laboral, salgo de la empresa y me dirijo a casa con una sonrisa dibujada en el rostro y un regalo que me hice a mi mismo en el baúl del auto. Normalmente el sol se oculta temprano en mi ciudad, es realmente espectacular y vale la pena tomarse unos minutos para observarlo frente a la playa que se encuentra en la cercanía de mi residencia.

La brisa es fresca, las palmeras se balancean y se siente el sabor a sal en el aire, se respira una armonía impresionante y se olvida el cansancio del día, de verdad te transporta a un plano de paz que casi hace olvidar lo que en el auto tenia guardado, lo saco y... ¿Como no? Una buena cerveza.

Y pues si muchach@s este es #UnDiaNormal para mi. ;D