Le pedí al  destino  algo de  felicidad.

No me reí contigo, no te hice daño.
¿Y amigo me enemigo? ¿Importa quién eres?
Si la riqueza - nuestra salud es suficiente.
Miro el amanecer todo el día.
Con uno y en la montaña al menos donde.
Más ligero que el viento, más gentil que los propios bailarines,
Nos valoramos a nosotros mismos,
Se reemplazan decenas de cuerpos femeninos.
Ilumina mi alma con un tirón.
Y lo encontraré de nuevo.
Ah, si no esta parábola de mamá:
Nunca aprendí a perdonar..
Accidentes y otros desastres.
Noches cerca de pueblos...
Ir a su habitacion
Susurró acerca de cómo todo alrededor es hermoso.
Sus cogollos
Entonces imitación de amor
Escribo y me callo,
Y cruel, traviesa boca.
Y cerró las páginas antiguas
¡Qué extraño se tomó para siempre!
Habrá sol en su cenit
Vivir con un gato en casa.