Prosa a las Flores

Los matices, figuras, tamaños, texturas, sabores y fragancias son las características notables que la naturaleza se jacta en exponer a través de las flores, ellas embellecen el medio ambiente, son el alimento de especies animales y poseen géneros vegetales que sustentan a los seres humanos, además tienen propiedades curativas y beneficiosas para la salud de los mismos, quienes señoreamos sobre ellas con agrado siendo atraídos a sus aposentos por sus afectivas y seductivas cualidades “que atrapan y envuelven” trasladándonos de esta forma a un mundo nuevo en el cual sentimos que debemos estar de por vida, recreando y haciendo uso de nuestros sentidos y dejando volar la curiosidad junto a ellas. Estas plantas ejercen una amplia, inimaginable y significativa influencia en todo el mundo quien toma valor y relevancia gracias a lo que ellas inspiran y han inspirado por denotar el estado fructífero, hermoso, reluciente y justo de la vida.
Por consiguiente los seres humanos estamos llamados a conocer, experimentar y manifestar con nuestra existencia, la inocencia, pureza, ternura, pasión, buen sabor y aroma que las flores encierran, dejándonos persuadir y tocar por el poder que ellas representan para ver fluir en nosotros la naturaleza distintiva que tanto ellas despliegan.
De igual forma, pesando el dominio que tienen las flores, me hago estas preguntas: ¿Quién no ha deseado tenerlas en el jardín o algún espacio de su hogar?, ¿Tener por lo menos un cuadro con paisajes florales?, ¿Obsequiar o recibir un ramo de flores? ¿Recitar poesías inmiscuyendo las flores?, son pocos ¿Verdad?, pues ellas tienen el poder de alegrar y sorprender a cualquiera que las cultive, las pinte, las regale y las mencione en cualquier obra literaria.
Para concluir debo manifestar que escribiendo esta prosa, me embargo ese significado inspirador de las flores, permitiéndome reflexionar en como mi país “Venezuela” se identifica con las virtudes de la naturaleza, en especial “La Orquídea” una de tantas especies florales y que es uno de sus símbolos naturales junto al arbol “Araguaney” y el ave “Turpial”. Asimismo en mi región, el Estado Zulia es “La Cayena”, una de las flores que embellecen y rodean los contornos de esta tierra. Todos los aspectos anteriores sensibilizaron mi persona y le hicieron brotar melodías sutiles a mi guitarra quien provoco el alumbramiento de una canción, porque si bien es cierto a este pueblo lo atañe hoy un desierto por el cual atraviesa, sufriendo penalidades e injusticias pero quien ama su nación, la llora, la valora, cree, ora y espera lo mejor para ella, motivando a quienes le cesan las esperanzas y les falta la fe.

Por lo tanto, sé que un día volverá a renacer nuestro edén cautivador y reluciente, todo esto lo contemplaran maravillados las naciones nuevamente.

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