Fuente

Soy, Cachicamo o también Armadillo como otros me llaman, este es mi hábitat natural, ahora soy un viajante de verano, el ambiente me asfixia desde que el leñador decidió pegarle fuego a la vegetación.

¿A dónde te diriges?, me preguntó Morrocoy.

Voy hacia aquella cumbre lejana donde la neblina parece estrellarse contra la montaña, y tú ¿Qué piensas hacer?

No tengo temor –le contestó Morrocoy- no aguanto, el camino es largo y empinado, me resguardo dentro del caparazón y me encuevo en tu casa hasta que comiencen a caer en mayo los primeros aguaceros.

Bueno, yo sigo adelante entre esta humareda -insiste cachicamo- porque aunado al calor de la candela, me persigue el cazador para comer mi carne frita o asada.

Seguí mi rumbo y me detuve en un arroyo, casi llegando a la cumbre, para matar la sed, cuando de pronto aparece delante de mí vista una pantera negra afilándose las uñas. Me quedé inmóvil, despavorido.

Como todo mi cuerpo está cubierto de unas franjas que se abren y se cierran como un bandoneón, agilmente me convertí en una sola pelota del color de la candelilla, al percibirme, mi atacante huyó asustado por entre el bosque.

Fuente

Participa tú también en este interesante concurso, haciendo un nanorelato desde la perspectiva del animalito protagonista. Lee sus bases aquí