Revolotea ante los fríos y helados charcos.
Y te encontraré entre las filas.
No quiero ser para ti o para alguien más,
Luego se hizo que desapareciera, luego cayera ese dolor.
Difícil de olvidar.
Tú eres mi panacea, mi oxígeno, mi virus, mi alergeno.
¿Dónde hornean el pastel con arena dorada?
Y el mundo será maldito para siempre.
Y luego el dolor ahogó el whisky acre.
A losiento amigo.
Bueno adiós.