Le apodé como mi Mar.
Cuando la vi por primera vez sentí esa cosilla cuando sabes que de verano visitarás un rato la playa y sabes de antemano que estarás en un lugar fresco con una brisa especial y en un lugar de paz.
Cuando la vi, empezamos a compartir sonrisas, empezamos a mirarnos más seguido y a cada vez acercarnos más y más y conforme la iba viendo iba sintiendo más frescura y estaba con más ganas de permanecer ahí y me di cuenta que lo que sentía era muy similar a cuando estaba de vacaciones en la playa y no quería irme, quería quedarme todas las horas posibles todos los días que pudiera.
y me acercaba y me acercaba, y jugaba con su pelo como jugaba en la orilla con las olas.
Y me acercaba y me acercaba y me sumergía más en su abrazo y su presencia como caminando más a lo hondo.
Y me acercaba y me acercaba y nos dimos el primer beso que fue como la primera caída debajo del mar de la cual temes pero te paras.
Y luego de un tiempo la apodé así como Mi mar, porque todos querían conocerla, todos querían estar con ella, porque tentaba esa vibra suya así fuera mañana, tarde o noche.
pero mientras más te adentras al mar más temes si es que volverás a casa.
y cuando me di cuenta me adentré demasiado en querer conocerte y me fui de donde conocía, y me adentré de tal manera que me hallé ahogada, rota y sin fuerzas.
Y lo entendiste, fuiste mi mar.
pero ahora me doy cuenta que yo también soy uno.