Él
Vi cómo su ser se desdoblaba ante la profundidad de su entendimiento
Donde el hombre no se reconoce ante su intelecto
Vasto como el mar que rodea una pequeña isla en medio de la nada
Sujeto a los ires y venires de la palabra elevada, leída pero no comprendida
Arrinconándolo, haciéndolo tesoro
Enterrado para futuras generaciones que lo hallarán sin buscarlo
Comprenderán su dolor y darán sosiego a su alma
Incontenible espíritu dentro de sí… pérfido orgullo devorador, destructor de cuerpos, de resistencias
Tabernáculo mortal, incapaz de contener las ideas desbordadas
Caudal generoso… por eso su insomnio mefistofélico atormentábalo en un suplicio sin fin
Le hizo invocar la muerte… aliada única de su vagar errante.