El cuento macabro del suicidio del diablo

  Si yo muero hoy para los demás no sería muy malo, la muerte prematura del muchacho macabro que de miedo los imbuyó con sus melódicos cantos, cantos callados con volumen textualizado, textos perversos que hablan de mentiras que cuenta el universo a su ingenuo pueblo que de conocimiento está ciego.  

  He conocido al diablo, le he dado la mano, lo he abrazado e inclusive de él creo que me he enamorado, me he enamorado del mundo bastardo que él me ha mostrado, un mundo donde los demás me importan menos que el carajo, donde los sentencio por las palabras con las que me han apuñalado  

  Pero sigo respirando, así que ese mundo que conocí aún no he podido tocarlo, no se si confiar en las palabras de el ente de abajo, pero creo que es mejor empezar a cavar mientras mi cuerpo se está enfriando.  

  Mi cuerpo se enfría con el tiempo pasando, mi alma se calienta al imaginar demasiado, las personas se molestan cada vez que yo canto, y el diablo me aleja de la religión que me han enseñado.  

   Pero de este mundo ya he tenido demasiado, y estoy seguro que de mi él también se a ya cansado, así que haremos un acuerdo en contrato donde afirmaremos que yo de el mundo me estoy divorciando  

  Divorcio sin matrimonio y sin embargo el mundo se quedará con el todo, inclusive con la carta en la que le digo a mi madre que siempre odié todo, donde le explico a ella el motivo de mi eterno y espiritual desalojo  

  Así que me encierro en mi cuarto y me empiezo a preparar, no lo ocultaré con lindas palabras, el suicidio era mi escape de esta vida frustrada, no tenía nada planeado, el método ni el momento exacto, simplemente empecé rezando, invocando al diablo que días antes me había tentado.  

  De mi mente y boca salen vocablos extraños, en un orden que jamás en mi vida había imaginado, palabras prohibidas que yo ni sabía con las cuales denigraba a este mundo por el cual me estaba suicidando, suicidio mental pues solo maté mi forma de pensar, donde murió en mí el ser que se solía conformar con lo que le ordenaban personas que al diablo no han de importar.  

  Este diablo no es de verdad, pero es un tabú para todos los demás, pues no conocen su forma de actuar, miran mi cuerpo pero no soy ese sumiso muchacho, me tienen miedo por el cambio radical, pues ahora estoy poseído por el ser que oculté en mi subconsciente mental   

  Soy dueño del mundo, y también su soberano, murió el callado, y llegué con el nombre contrario, el no hacía nada yo me estoy esforzando, quizás suene macabro, pero lo maté a él, para poder reclamar tus dos labios.  

  Así es, esta es la historia que tiene más de un millón de viejos años, una historia de amor, una de enamorados, donde el diablo es el coraje que mató al muchacho, con el fin de poder, tenerla entre sus brazos.