Las ramas secas cayeron débilmente.

En los brazos de los cuales, en un tono lento.
Huracanes extáticos.
No le creo ahora
Quiero evaporarme, huir, volar,
Después de todo, abandono el pasado, pero no miro hacia el futuro.
Silueta negra sin sentido.

Fuimos atrapados por cuchillos y labios cubiertos de adiós.
El amor no es saber que podamos.
Donde las puertas están bien cerradas...
En un laberinto del que no hay retorno.
Quería despertarme, pero no duermo.
Eso fue todo lo más dulce.

Donde no hay dolor ni maldad.
Perdona el dolor, perdona el sufrimiento,
Dar el fuego pronto para encender,
Eres hermosa por voluntad del creador;
Por esas oraciones que pidas
Y en manos de una pluma ordinaria.

Iré a un hermoso valle
Todavía no estoy seguro de saber cómo me llamo.
Papilla de mijo languideció en el horno
¡Ojalá las bolas de festón!
Le escondería la gente y las ideas,
Por la llave mágica de las puertas de los dos mundos.

Aceptanos todas las respuestas
Y el alma - para que después de la muerte se ame.
Y no pensé entonces.
Después de todo, todos pueden tropezar,
No aprendo de mis errores.

Se fue conmigo: solo, infeliz, olvidado.
¿En qué se confían solo los juguetes?
Sí, y las brasas de fuego arden rápidamente.
No puedo entender una cosa.
Para que siempre la suerte llegue a pie,
De repente me dijiste en voz baja.