Sobre la mesa un par de fósforos dormidos
Suenan los titanes que se encienden con el roce, un millón de pájaros cruzan la gota del mundo; como saciando a los terribles dóciles sentidos. De un lado a otro se canta una muerte de luciérnaga, un pan con todos los recintos del tiempo: seco, astillante.
Se niega la tierra después de todo, somos eso: un pequeño recuerdo dentro de una botella de arena