Fue en Roma donde el Barroco como movimiento artístico tuvo sus inicios y adelanto a principios del siglo XVII y consigue su momento prominente en el siglo XVIII . Representó una directriz hacia todas las artes que se expandió por toda Europa y aun Rusia y a través de España, se difundió por toda América. El arte barroco tuvo influencias sobre todo en aquellos países con climas culturales, religiosos y políticos semejantes entre sí, cuyos efectos se manifestaron fundamentalmente en la arquitectura, la escultura, la pintura y la música, así como en otras artes y gustos universales y locales.

El arte barroco no es uno solo, sino que es la suma de escuelas y artes nacionales con características propias y particulares, que en su conjunto forma un estilo exuberante y abigarrado, más como periodo que como un movimiento unitario. En sus peculiaridades se muestra como un arte audaz, novedoso, instintivo, fantástico, que apelaba más a los sentidos que a la razón y se mostraba por medios diversos.

Notablemente de carácter monumental, la arquitectura barroca alcanzó alta grandiosidad en sus edificios, especialmente utilizados como instrumento artístico y político por parte de la iglesia católica para consolidar la fe de los creyentes y su poder intrínseco como institución. No por casualidad, el barroco aparece en un periodo histórico pleno de conflictos religiosos y políticos, marcado por la división del cristianismo y la contrarreforma, aunado a la crisis del Clasicismo y el Renacimiento. Iglesia y palacio van a ser las construcciones emblemáticas, que, junto con lo urbanístico, habrían de adoptar planteamientos artísticos complejos y fastuosos, con límites indefinidos entre la arquitectura, la escultura, el paisajismo y la percepción en conjunto de una obra de arte.

El barroco pervive como una actitud y una intención ante la vida, el espíritu galante y el buen gusto. Al ser un movimiento heterogéneo de formas, se puede hablar de arte barroco en la música, escultura, pintura, danza, teatro, modas, moblaje y hasta ceremonias, con el signo de lo inusitado, extravagante, irregular, exagerado. En este sentido, el barroco se asume como un conjunto coherente de modos de representación y un estilo múltiple y ondulante.

Barocco o barroco era una palabra de origen portugués que designaba en la península ibérica a un tipo de perlas sin forma definida, irregular o de aspecto raro. El término “barroco” alude, precisamente, a lo extravagante, anormal, inusitado, absurdo, exagerado. Por extensión, se usó en forma despectiva para nombrar a las cosas defectuosas o de poca valía, confusa y desordenada (Venemedia Comunicaciones, 2019). En Italia, significaba “un razonamiento pedante, retorcido y de escaso valor de argumentación” (Conti, Flavio, 1978, p. 8).

Para la segunda mitad del siglo XIX, el vocablo adquiere un significado más preciso por lo objetivo, el cual se refería al arte de los siglos XVII y principios del XVIII que contenían ciertas características, tales como la búsqueda del movimiento, la representación del infinito, efectos luminosos, el gusto por lo fastuoso, escenográfico y teatral, el rebasamiento de los límites entre las artes y las disciplinas artísticas.

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En arquitectura, la búsqueda del movimiento se expresaba en las paredes y volutas onduladas, o en las fuentes o fontanas, con el agua que caía en distintas formas. La representación del infinito se lograba con juegos de espejos, bóvedas con frescos simulando el cielo estrellado, caminos que se alejan en el horizonte, haciendo énfasis en los efectos luminosos de luces y sombras en los espacios internos y externos, con profusión de formas rítmicas decorativas. Entre los arquitectos tenemos a Maderno, Borromini, Le Vau y Hardouin, Guarino Guarini, Da Cortona.

En la pintura, el movimiento se sugería en los personajes efectuando alguna maniobra efusiva, violenta o esforzada. En general, en la pintura barroca se destaca el naturalismo, naturalezas muertas, personajes del pueblo, escenas de la vida real e inspiraciones de santos. Entre los pintores más destacados se encuentran Velázquez, Rembrandt, Caravaggio, Rubens, Poussin, Carracci, Ribera, entre otros. En la escultura se ponderan los motivos y expresiones dramáticas y se perfeccionan las técnicas y motivos de procedencia renacentista, nombrándose a Bernini como uno de los más notables.

Es en el periodo barroco en que la literatura y las letras castellanas ostentaron su época de colosal gloria con Quevedo, Góngora y Cervantes. En las artes auditivas, la música muestra estilos, perfeccionamientos e innovaciones técnicas e instrumentales que hicieron posible la creación de la ópera. Entre los compositores y músicos de este periodo se encuentra a Vivaldi, Haendel y Bach.

En definitiva, el periodo barroco significó un movimiento novedoso, fascinador, que apelaba al instinto y a los sentidos y no a la razón, como en la etapa anterior, el Renacimiento. Representó, en su época, una nueva actitud espiritual y artística del espíritu del tiempo, que dentro de los logros de la humanidad, sellaron para siempre el gusto por las diferentes artes y nuevos campos de la vida.

REFERENCIAS

Conti, Flavio (1978). Cómo reconocer el arte barroco. Barcelona (España): Editorial Médica y Técnica, S.A.

Venemedia Comunicaciones (2019). Definición de Barroco. [Documento en línea] Disponible: https://conceptodefinicion.de/barroco/ Consulta: 26-04-2019.