Pastel de chocolate frío #Sin horno

Para aquellos que no tengáis horno, que sepáis que podemos preparar igualmente un delicioso pastel de chocolate. No necesitamos horno ni tampoco ingredientes complejos; basta con lo básico y con un poco de tiempo de refrigeración. ¿Empezamos?

Ingredientes (para 6-8 personas)

• 400 g de chocolate negro
• 250 g de mantequilla con sal
• 4 yemas de huevo
• 2 claras de huevo
• 1 cucharadita de café soluble
• 50 g de azúcar
• 200 g de queso tipo Philadelphia (opcional)
• un pellizco de sal

Preparación

Separamos las claras de las yemas de los huevos y dejamos las claras a temperatura ambiente un rato. Reservamos las yemas en un bol y las claras en otro.

Cuando las claras estén templadas, las montamos a punto de nieve: para ello, primero las batimos unos segundos con un tenedor y aprovechamos para añadirles ahora un pellizco de sal. A continuación, que ya estarán un poco esponjosas,

Fundimos el chocolate junto con la mantequilla al baño María o al microondas:

• Al microondas. Troceamos el chocolate y la mantequilla y los ponemos en un recipiente apto para microondas. Seguidamente lo calentamos a una potencia de 600 W durante unos 20 segundos. Sacamos el recipiente, removemos con cuidado y si todavía no está deshecho lo calentamos durante 20 segundos más. Volvemos a sacarlo y lo removemos, y si no está fundido lo calentamos otra vez. Repetimos este proceso las veces que sean necesarias hasta que los ingredientes estén fundidos por completo, pero con intervalos de tiempo cada vez más breves.

• Al baño María. Llenamos una olla con agua hasta la mitad, más o menos, y la ponemos a calentar a fuego lento. Mientras se calienta, troceamos tanto el chocolate como la mantequilla y los ponemos en un recipiente antitérmico más pequeño que la olla. Este recipiente lo ponemos dentro de la olla, sin que entre agua en él. El chocolate y la mantequilla se irán deshaciendo poco a poco; entonces podemos removerlo un poco (o no), pero teniendo en cuenta que si lo removemos demasiado el chocolate se puede estropear.

A parte, incorporamos el azúcar en el bol de las yemas de huevo. Lo mezclamos un poco, añadimos el café soluble y terminamos de mezclarlo bien.

En el mismo bol de las yemas, añadimos el chocolate fundido y lo removemos todo junto hasta que quede una masa homogénea. Opcionalmente, si nos apetece la combinación podemos incorporar también el queso tipo Philadelphia, bien deshecho o con algún grumo, a gusto. Finalmente incorporamos las claras a punto de nieve y removemos la mezcla de arriba abajo, con cuidado.

Forramos el molde con papel film y vertemos la mezcla dentro. Lo dejamos refrigerar durante unas 4 horas, o hasta que veamos que se ha solidificado por completo.

Justo antes de servir, lo desmoldamos poniéndolo boca abajo y lo presentamos tal cual (para quienes prefieren el chocolate simplemente con chocolate) o acompañado de salsa de queso: para ello sólo hay que juntar mantequilla, azúcar glas y queso Philadelphia, la misma cantidad de los tres ingredientes, y batirlo bien. Se obtiene una crema muy ligera ideal para cubrir el pastel de chocolate.

El resultado es un pastel denso, por lo que recomiendo servirlo en porciones pequeñas. Si se queda con hambre el comensal ya repetirá, ¡por eso no te preocupes!