Los celos y sus consecuencias (Mi experiencia)...
He notado mucho como hay personas que utilizan su blog como si fuera su diario personal. El mío realmente no es para eso pero el día de hoy vengo a compartir una experiencia que necesito sacar de mí, algo sumamente personal.
Hace un año (aproximadamente) comencé a trabajar en la capital del país en un centro comercial, para una “buena empresa”, era un sueño para mí porque al fin podía salir y ver cosas “diferentes” a las de mí día a día en la localidad donde residía.
Como todo nuevo trabajador uno siempre quiere dar lo mejor de sí en su nuevo empleo con la esperanza de obtener mejor remuneración y mejor puesto en la empresa por supuesto, así que comencé a llegar súper, súper temprano, como llegaba tan temprano al sitio me daba una vuelta por el c.c., incluso desayunaba cuando podía hacerlo estuve así el primer mes y siempre desayunaba en el mismo sitio, allí siempre me conseguía a una persona con la que empecé una amistad de esas de conocidos y fue tanto así que nos veíamos y desayunábamos juntos, hablábamos y nos reíamos como si fuésemos amigos de años pero sólo éramos simples conocidos. Intercambiamos números de teléfono y hasta nos escribíamos para quedar en el mismo sitio a desayunar.
No sé si les pasa, pero con esos juegos siempre comienza a haber algo más entre las personas y en un abrir y cerrar de ojos ya estaba saliendo con esta persona, así, no más…
Era una dulzura conmigo, me esperaba en las tardes para llevarme a mi casa (que era bastante lejos por cierto), seguíamos desayunando juntos en el mismo sitio y estaba muy pendiente de mí y de mi familia. Era todo perfecto porque me hacía reír, hacía que olvidara todo lo malo que me estaba pasando (problemas familiares, económicos… esas cosas que hacen que no duermas).
Lo nuestro casi siempre era ir a la playa a tomarnos una cocada en uno de los locales más emblemáticos de La Guaira.
Para esa época yo era muy niña aún (creo que aún lo sigo siendo) y nunca había tenido relaciones sexuales con nadie, en mi vida tuve un novio y sólo me duro 7 meses gracias a la situación en Venezuela y la oleada migratoria del país, así que mi primera vez fue con él y las veces siguientes también.
Ya estábamos a un nivel de la relación bastante alto y compartíamos cosas personales, fue cuando le comenté que vivía arrimada con mi tía y su esposo nos estaba echando de la casa y me dijo:
- Búscate tú una habitación, yo te ayudo a pagarla para que no tengas que seguir con ese dolor de cabeza.
Le hice caso y fue cuando comencé a percibir ayuda económica por su parte. El peor error hasta ahora de mi corta vida (tengo 23 años)…
En ese mismo tiempo que estaba saliendo con él, conocí a un muchacho en el c.c. que vivía en la misma localidad que yo e hicimos amistad, nos hicimos panitas, a veces cuando mi “novio” no me podía llevar me iba con él para no estar sola pero Ricardo (vamos a ponerle así) no sabía y desde mi punto de vista era algo que realmente no importaba porque yo no estaba haciendo nada malo, sólo nos acompañábamos.
Ricardo nos vio y fue allí cuando empezó mi martirio, todos los días me reclamaba.
- “Por qué te vas con ese estúpido? Prefieres pasar tiempo con él que conmigo?”
Una al principio no presta atención, celos pendejos le llamo yo a eso, pero no. Comenzó a vigilarme… y mucho. Mis compañeros de trabajo me daban la cola (aventones) por la falta de transporte y él me reclamaba por eso, si me regalaban dulces en la oficina también me reclamaba, tenía que llegar a la habitación entre las 5:45 p.m. y las 6:00 p.m. y apenas llegaba tenía que avisarle, nadie me podía escribir o llamar que tuviera nombre masculino, si veía que mi conexión de Whatsapp pasaba de las 10:30 p.m. me reclamaba que con quién estaba hablando yo después de esa hora, me revisó mis amigos de Facebook e Instagram y me hizo decirle quién era cada quién.
Después comenzó a criticar mi forma de vestir, yo tenía que vestirme como él quería, así que me compraba cierta ropa. No permitía que me riera de los chistes de otro hombre, porque para él eso era lo que llamamos en Venezuela “pelarle el diente”.
No podía ir a visitar a mi papá los domingos porque el insistía en que yo tenía un novio escondido por allá. Y debía tener el celular siempre a la mano para contestar sus mensajes o Whatsapp, no podía pasar de 10 minutos la respuesta.
Tanto bloqueo y negación en mi vida estaba causando estragos en mí.
Caminaba en las calles con miedo y terror, salía escondida y prácticamente disfrazada por si me topaba con él. Para mí en ese tiempo era difícil conciliar el sueño porque los nervios que tenía no me lo permitían, temblaba mucho en las noches recordando tanto acoso y pensando que hacer para deshacerme de él, cómo hacer para que mi familia siguiera creyendo que todo estaba bien.
Un día luego de tener relaciones, se me queda mirando y me dice:
- Por qué no me dijiste?
- Decirte qué?
- Que tú no eras virgen nada, yo esa vez a ti no te sentí himen, dime la verdad, dime la verdad.
Me insistió mucho con esta pregunta, fue tanta su presión que me puse histérica.
Me sentía agotada, ahogada, lloraba todos los días de impotencia.
Desarrollé ansiedad y en todo momento me quedaba sin aire en mi pecho y se bajaba mi tensión tanto fue su dominio que agravó mi depresión, no sabía qué hacer, no sabía que decir, no sabía a quién acudir. Todos mis días comenzaban y terminaban con un problema por su parte. Y aún así opté por quedarme callada por la simple razón de no quedarme en la calle. Me daban ganas de matarme sólo para no escucharlo más.
Estos “golpes” tan rotundos no solo estaban causando problemas en mi salud mental, también en mi salud física. Me costaba mantener un peso (el estrés me hizo adelgazar mucho y rápido), prestar atención a lo que sea que me dijeran e incluso se me caía el cabello en una cantidad que era alarmante. (Me podían llamar la pelona…)
No quería decirle a nadie porque no quería quedar cómo estúpida ni que mi familia se enterara, me daba vergüenza.
Para no alargar más el cuento, un día como siempre me estaba vigilando (a veces me pregunto qué tiempo le quedaba para hacer eso) y mientras yo “lo esperaba” me encontré a mi jefe, hablamos un poco y de los dulces que llevaba me regaló uno por haberle hecho un mandado personal, creo que me dijo:
- Toma chama! Gracias por el favorsote, casi me matan!
Confiada que Ricardo no me estaba viendo acepté y lo guardé en mi cartera.
Llegó, como si nada, no me dijo nada.
Al día siguiente recibo un mensaje por Whatsapp diciéndome que no quería saber más nada de mí porque estaba interesada en otros hombres y aseguraba que me estaban escribiendo y que a ellos les recibía todo, también me dijo que no me iba a apoyar más porque debía entenderme yo con la señora de la habitación.
Y así como me llegó ese mensaje, él desapareció, no supe más nunca de su existencia.
Estas cosas suceden en ocasiones cuando hay una gran diferencia de edad en las relaciones… Olvidé mencionarles que él me lleva 32 años...
Lo nuestro jamás iba a funcionar porque yo no era Thalía ni él Tommy Mottola así de sencillo.
Por qué?
Porque él se fue solo y no abusó de mi físicamente pero si me daño mucho, tanto que ya pasó el tiempo y cuando lo recuerdo lloro y mucho.
Quiero dejar mi historia porque no quiero que otras mujeres sufran, que tengan relaciones tan tóxicas como lo era la mía. Nadie escarmienta en cabeza ajena, pero lo importante siempre es reflexionar cuando se leen historias como estas.
Muchas al leerlo dirán “imposible que me pase a mí”, “te pasó porque fuiste una estúpida y lo permitiste” y no. Algunas cosas pasan y ni te das cuenta cuando cambian.
Por favor si te sientes presionada, si sientes que te maltratan de alguna forma, si te sientes juzgada pide ayuda, siempre habrá alguien, aunque tú no lo veas, que te pueda apoyar y estar allí contigo.
Espero de corazón nunca más pases por. Una situación remotamente parecida y que todo te vaya solo en mejora, abrazos y ánimos.
#steemitmafia
Onexel gracias por tu muy sincera opinión y tus buenos deseos, también por leer!
Muy fuerte todo lo que te pasó, afortunadamente pudiste salir de esa relación, aunque el daño psicológico puede ser peor que el físico. Espero que en un tiempo puedas superarlo y que solo sea un mal recuerdo. Mi más sinceras felicitaciones por la valentía de contarlo para ayudar a otras. Saludos
Algún día espero superarlo por completo mi objetivo es ayudar a todas las mujeres que pueda, gracias por el ánimo y los buenos deseos!
Bueno todo en la vida deja una lección, podemos llorar por lo díficil que ha sido o mirar el futuro para construir un mejor porvenir mientras disfrutamos el presente, es importante ver qué ya eres capaz de compartirlo desde la perspectiva de ayudar a otros, la violencia contra las mujeres viene dado muchas veces, no por ser más débil o indefensa que los hombres sino por no tener la suficiente autoestima o autovaloración ya qué muchas veces los "hombres", de familias disfuncionales o posesivos abusan de su capacidad de posición de "autoridad" en el hogar, pero cuando una mujer sabe que tiene un alto valor y que es una persona importante y no necesita a nadie para estar completa nunca será posible que alguien la quiera humillar, por otra parte las carencias de los "hombres" anteriormente mencionados se ve reflejada en qué muchas veces terminan en relaciones dónde una mujer "fuerte" los humilla en muchas maneras, esperamos cada día sea un paso más hacía tu completa libertad de los errores del pasado, éxitos y bendiciones
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