Todos hemos pasado situaciones realmente adversas y aun así hemos encontrado una manera de seguir adelante, pero cuando nos estamos en plena crisis no solemos ver más que un pozo sin fondo del cual no existe salida.

          Cuando pasamos por alguna situación difícil como la perdida de algún ser querido, la pérdida de un trabajo, nos separamos de una pareja, perdimos mucho dinero, etc. Nos encontramos en un estado de shock, tenemos muchos sentimientos negativos y sentimos que se derrumba todo nuestro mundo, sin embargo, no es el fin, vamos a tratar de entender el proceso por el cual todos debemos de pasar luego de una pérdida.

“El hombre no está hecho para la derrota. Un hombre puede ser destruido, pero no derrotado” Ernest Hemingway

[Fuente]

            Lo primero que debemos saber es que no podemos escapar de una crisis o una pérdida, son inevitables y necesarias en la vida de cualquier ser humano. Y sobre todo es imposible superarlas tratando de evadirlas. Necesitamos tener estas situaciones tanto para fortalecernos como para transcender, hacernos personas mejores o simplemente para cambiar. No veamos las crisis o perdidas como una derrota, es mejor verlas como oportunidades.

“La vida no es difícil de manejar cuando no tienes nada que perder” Ernest Hemingway

          Ya que no tenemos más nada que perder y estamos en el fondo la única salida que queda es hacia arriba, pero como todo en la vida, tenemos que pasar por un proceso. Aunque no lo creas todos pasamos por las mismas etapas a la hora de superar un duelo o una crisis. 

NEGACIÓN:

          La primera etapa de estar en crisis o duelo es la negación, quizá no la notes pues casi nunca vemos la negación hasta que ya la hemos pasado. No queremos ver el problema, a nuestro cerebro le cuesta procesar cierto tipo de información y tratamos de darnos muchas razones falsas antes de lograr asimilar nuestra crisis.

          Como no es sencillo identificar esta primera etapa, deberemos simplemente darla por sentado al momento de tener una crisis o pérdida.

IRA:

          Comenzamos a sentir frustración e ira, podemos comenzar a pensar que pudimos haber hecho más o que es culpa de alguien más, el solo hecho de que estemos atravesando la crisis nos puede llegar a provocar mucha impotencia, esta etapa de rabia puede acarrearnos algunos resentimientos que arrastraremos por mucho tiempo si no somos cuidadosos.

NEGOCIACIÓN:

          Al momento de la negociación podemos estar aun pensando que podemos volver el tiempo atrás, tratando de convencer a otros o a nosotros mismos que esta situación de crisis o perdida puede cambiar fácilmente.  

DEPRESIÓN:

          Una vez nos hacemos a la idea de que estamos en crisis o comenzamos a asumir una perdida, entramos en la etapa de depresión, esta es la etapa más importante del proceso, puesto a que tenemos que darle luto a lo pasado para poder abrirnos realmente a lo nuevo. Comenzamos a limpiar nuestros sentimientos para abrir nuevos caminos. 

ACEPTACIÓN:

          Cuando por fin llegamos a esta etapa podemos decir que ya lo peor a pasado y es cuando podemos comenzar a ver por primera vez que nuestro dilema tiene salida, comenzamos a ver la luz al final del túnel oscuro por el que hemos transcurrido. Más sin embargo el proceso no termina aqui.

[Fuente]

                         RECONSTRUCCIÓN:

          Cuando vemos atrás, nos damos cuenta que pudimos salir ilesos de nuestra crisis y sabemos que solo queda un camino: hacia adelante. Tenemos que comenzar a hacer nuevas cosas o hacer otras rutinas, pero podemos estar seguros de una cosa, no seremos los mismos y salimos más fortalecidos.

“Somos más fuertes en los lugares en los que nos hemos roto” Ernest Hemingway

          Cuando pasamos todo este proceso y salimos airosos podemos darnos cuenta que tenemos una nueva experiencia y podemos compartirla para que otras personas, las cuales no pueden ver la salida del fondo tengan una esperanza. Lo mejor para nuestro proceso es poder compartirlo, así podemos ayudar a otros y sentirnos como unos verdaderos luchadores.

          Así que no te desesperes al momento de una crisis o pérdida, recuerda que solo es parte de la vida tal cual es y es una buena oportunidad de crecimiento personal, espiritual y emocional.

“ESTAMOS TODOS ROTOS, ASÍ ES COMO ENTRA LA LUZ” Ernest Hemingway