Siempre he sostenido que somos polvo de estrellas, que nos compone materia cósmica, por ende lo que ocurre arriba nos afecta a los humanos. Así comencé a creer en la astrología, pero no en aquella astrología barata que te venden en las revistas, sino la que me acercó a la física cuántica.

Somos mucho más de lo que nos han hecho creer, y a la vez somos tan significativos en el universo como lo que vendría siendo un grano de arena.

Me gusta que hayas conectado la ciencia con el espiritualismo, es una manera mágica de explicar nuestros orígenes y de entendernos a nivel de consciencia... a eso le llamo evolución.

¡Un saludo! disfruté mucho leerte.