MEGAN Y EL SEXO: HISTORIA 69
Segundo día de Septiembre , la alarma de mi celular no deja de molestarme, me ataca con toda su artillería para arrebatarme de tan deliciosas cobijas que como nadie saben como tocarme, pasan 20 minutos que siento como segundos y la alarma no se detiene,casi maldigo tan preciado instrumento, mas recordé que la ultima vez que lo hice fui castigada con perderle no se donde, en fin me levantare aun cuando eso cueste toneladas de esfuerzo.
Entro al baño, me desnudo, miro en el espejo, a veces pienso si soy yo o habrá mas chicas que disfrutan detallaando su cuerpo, y al final de cuentas que importa, soy sexy y me como el mundo. Al bañarme y acariciar mi cuerpo con el jabón recuerdo esas escenas de comerciales y filmes donde esas mujeres se muestran sensuales al ducharse, mas nada lejano de la realidad, porque se que no solo yo, nosotras nos bañamos como si estuviésemos tratando de quitar una mancha de un vestido blanco.
Ya voy camino al trabajo, se que se preguntaran que paso en la transición del baño a mi camino al trabajo, fue un salto cuántico, la física lo explica muy bien: el espacio-tiempo se dilata entre el momento de levantarnos y ducharnos, luego de ello todo pasa en mili-segundos.
Ahora en el trabajo, mismo escritorio de los últimos 5 años, mismos compañeros de trabajo, mi jefe espantoso de posibles orígenes alienígenas, todo tan rutinariamente aburrido, en mi ociosidad, aunque muchas de nosotras lo neguemos aprovecho de perderme en los pensares del sexo, obviamente nosotras también pensamos en eso, tanto o mas que los hombres, lo que nos diferencia es que ellos solo tienen cavidad para sexo y deportes en eso que ellos llaman materia gris y nosotras procesamos cientos de temas a la vez con mucha agilidad y precisión.
Nos es que me obsesione con ello, pero han pasado 69 días de esa ultima vez que tuve relaciones, estoy al borde de la locura!, cuando pienso que todo estaba perdido por esa puerta que nos da la libertad y no las quita hace su entrada Alejandro, un joven de cuerpo atlético, con unos ojos cafés que te invitan a pasar toda la noche en vilo,él se va acercando a traer un pedido, gracias a los dioses que yo soy quien los recibe, con esa voz un tanto ronca y grave me saluda, no puedo evitar erizarme, mas con una sonrisa disimulo mi inquietud.
Ya frente mío le acaricio la mano, él me sonríe con una picardía que vuelve a alborotar mis ganas y sin ningún tapujo lo tomo de la mano y me lo llevo discretamente a un pequeño closet que tiene mucho tiempo en desuso para la oficina, pero ha sido muy útil para mis “encuentros especiales”, Alejandro no dice muchas palabras, solo sonríe y una vez encerrados en el pequeño cuarto su sonrisa cambia a una sensual seriedad como si fuese un tigre ya listo a cazar a su presa.
Me toma hacia su cuerpo como si su vida dependiera de ello, siento como un “bulto” fuerte me empieza a “molestar”, es una animal enjaulado que esta pidiendo que lo libere, mientras nos besamos su lengua no deja reparos con la mía, esta siendo totalmente dominada por su poder y maestría, siento como entre mis piernas los vapores están pidiendo ser calmados, todas las sensaciones y emociones se multiplican por el temor (y ganas) de ser descubiertos.
Mi flamante caballero de un solo tirón abre mi blusa y mis senos quedan expuestos para él, no pierde tiempo y esa misma lengua que dominaba mi boca ahora juguetea con grandiosos movimientos geométricos mis duros pezones, no puedo creerlo pero estoy experimentando un grandioso orgasmo y solo esta en mis pechos, no quiero imaginarme como sera cuando llegue a entrar a mi paraíso.
No salí con intenciones de nada, pero muy rara vez uso minifaldas y hoy me quedo perfecta la “intención”, es de esas veces donde el universo conspira a tu favor, no me aguanto y con desespero y algo de torpeza intento desabrochar su pantalón, él me ayuda y deja para mi ahora su flamante tesoro, mientras me susurra al oído, te voy a dar tan fuerte que sentirás que todo mi ser esta dentro tuyo.
Con firme delicadeza sus fuertes dedos apartan mis bragas, él puede sentir mis jugos que fluyen en su nombre, en ello voy sintiendo como asoma a las puertas de mi caverna su flagrante vástago, lo roza sobre mis labios y va abriéndose camino, no me queda de otra que aferrarme a su fuerte espalda, apretar mi boca y disfrutar sus dimensiones, a pesar de su amenaza, empieza suave, como buscando que me adapte a él, poco a poco va aumentando el ritmo, cada vez lo siento mas duro, mas fuerte, como si creciese dentro mio y buscase tocar mi corazón, sus movimientos son mas fuertes y rápidos, no me aguanto y en un fuerte gemido le agradezco tan grandioso orgasmo que me ha dado, esperando que no haya llamado la atención de posibles transeúntes.
Sigue y sigue su trabajo fervor, creo que mis uñas ya han quedado marcadas en su espalda, por lo visto mi Alejandro lo disfruta, cuando de pronto estoy sintiendo una suerte de temblor en mis adentros, es su tesoro a punto de liberar sus esencias, esa inminente acción me lleva hacia otro orgasmo resolutivo,totalmente sincronizados ambos estallamos en un solo alarido de placer, aun se mueve despacio como buscando volver a la realidad, nuestros cuerpos sudorosos saben que algo grandioso sucedió, nuevamente la cuántica hizo de las suyas dilatando la oportunidad dentro del armario.
Mirándonos y sin mediar palabras nos sonreímos, salimos esperando que afuera el planeta haya mantenido su normalidad, gracias a los dioses del amor que todo tal cual pudimos constatar nunca advirtieron de nuestra ausencia. Alejandro me toma del rostro y me dice que fue grandioso,yo solo sonrío me despido con una guiño de ojo, mientras se aleja y surca esa puerta que me lo trajo, me quedo aquí en mi ya no tan aburrido trabajo anhelando una historia mas contigo Alejandro.
Heumar J. Sánchez T.