la sopa de doña flora...
cuentos de los caminos de mi país...
a plena orilla de carretera siempre es común en nuestro país encontrar un venta de sopas o carnes, doña flora una señora muy conocida por estos lares tenia su puesto de sopa, muy popular por el sabor y la variedad que siempre te encontrabas, mondongo, res, pollo, pescado y una sazón que ni hablar.
como de costumbre habían personas que aparecían siempre a ponerse a disposición de colaborar con doña flora, sirviendo, recogiendo, lavando las tazas, porque esta siempre regalaba el fondo de la olla, es decir lo que quedaba en la olla después de las ventas lo repartía entre sus colaboradores, acotando que siempre, aparte por su trabajo, les daba algo de dinero.
un domingo de esos, se le acercaron a doña flora dos viejos que andaban por ahí, de esos tipos flojos que siempre están buscando algo fácil para ganar y no trabajar, al ver que la doña era muy caritativa, se le recostaron de un lado del mezon y le decían:
eso si se ve bueno…
y doña flora en una momento de inocencia, les respondió que cosa mijo?
pues el caldo señora, no me da a probar?
y doña flora le dice: recojame esas tazas hijo.
es que mire venimos de cortar un monte señora y traigo un dolor de tobillo que ni camino y muerto de hambre y lo peor es que sin dinero y nos pagan hasta mañana.
doña flora subió una ceja y dijo pero lave esas de ahí pues…
y el otro respondió es que venimos del sol y si uno se moja se puede torcer…
ha bueno entonces quédese ahí… y la doña siguió trabajando.
mesas llenas y mucha gente comprando las ventas muy buenas y los dos vagabundos viendo, tu crees que la vieja nos de algo de comer? y responde el otro; no se, pero si se pone dura la vamos a joder… y como es eso? pregunto el compañero del malintencionado.
bueno yo le voy a decir otra vez, si nos regala un poquito que tenemos hambre y depende lo que diga, le tiramos una rata muerta que me vi allá tirada, en la otra cuadra y le jodemos la sopa. ahora si nos da, no le hacemos nada… y botamos la rata por allá otra vez, claro que si vale dijo el otro sonriendo… pero anda a buscarla y tráela escondida en esta bolsa plástica.
doñita escúcheme, sera que nos regala una sopita que no hemos comido nada, venimos muertos de hambre, hasta mi compañero esta viendo borroso, y yo estoy mareado: a lo que la atareada señora responde: por ahora estoy ocupada hijo…
entonces el par de sinvergüenzas empezaron a dar vueltas y hacerse los locos esperando el descuido y en el momento que nadie los veía, sacaron la rata y uno de ellos dice: zumbala en la ultima olla del final apúrate que no nos ven.. el secuaz levanto rápido la tapa de la ultima olla que estaba mas lejos de doña flora, y diciéndose; esta olla de seguro es la que se lleva la vieja para su casa, lanzo la rata, coloco la tapa y se alejo como si nada.
listo compadre ahora si, que se joda esa vieja sucia que nos negó la sopa, vayámonos rápido, y le dice el otro; pero lanzaste la rata?, si claro responde; hasta un puño de tierra, no te diste cuenta que me agache y la escupí? nojodas compadre usted si es rápido…
en ese momento doña flora voltea y los dos malandrines que iban apurados y la señora les grita: pa donde van ustedes… y los dos sagaletones voltean nerviosos, a lo que replica doña flora; no señor no se me van a ir, ustedes piensan que no los vi??
vengan acá… y los tipos mas nerviosos iban a correr y un muchacho que estaba cerca los agarro y les dijo: vengan los dos, si la doña los llaman tienen que venir, aquellos hombres no hallaban que hacer y se acerco doña flora mirándolos y agarro a ambos por los brazos.
discúlpenos señora es que pensábamos que no iba a darnos nada así que por eso que …
no no no… eso no es así, interrumpió la doña, yo los vi y aunque ustedes no me vieron yo si los vi, y estaba pendiente, pero señora discúlpenos. decían ambos al mismo tiempo: disculpas nada, esto no es así, y arrastrándolos a una mesa dice:se me sientan los dos ahí…
yo los estaba viendo y cuando me di cuenta que trataban de irse le dije al muchacho, agárralos ahí que no se me vayan, porque ustedes vienen de trabajar y al que trabaja hay que darle de comer… como piensan que la vieja flora los iba a dejar ir sin comer?
en eso los dos bribones se miraron confundidos pero igual rieron y doña flora se rió también, todos se reían y doña flora se dispuso a servirles comentando:
yo soy una mujer de trabajo y como me enseñaron en mi casa, al que trabaja, tiene derecho a comer, y ustedes vienen de trabajar así que no los puedo dejarse ir sin comer..
así que camino al fondo y dijo: aquellas ollas grandes son para la venta, y agarro la ultima olla sin levantar la tapa y la puso en la meza de los vagabundos diciendo:
aquí tienen mis hijos, esta olla de sopa me la iba a llevar yo, pero mejor se la llevan ustedes para su casa, y así tengan que comer mañana, y bueno me traen mi olla y me dicen cuanto me cobran por cortar el monte de aquí del área para que se me vea el negocio mas limpio…