LA CAPTURA - Capitulo IX ''Somos insurgentes''

in #spanish6 years ago (edited)

LA CAPTURA.


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Fuente.

‘’Estamos jodidos’’

Bajamos del camión para caminar al frente. No se veía casi nada, quitarse la máscara en aquel lugar sería un acto de suicidio. Tampoco es que protegía mucho, los filtros ya estaban gastados.

El ruido de las explosiones ya era familiar, como una canción de moda, retumbando en los oídos sin causar ningún efecto. Un compañero de lucha, un soldado muy valiente, me recordaba a lo que habíamos venido, con un entusiasmo desquiciado se giró y grito < ¡Bienvenidos! ¡A la guerra! > Y se adelantó perdiéndose de vista entre la cantidad de soldados que fuimos a defender aquel lado de la ciudad. Me volteé y le dije a un soldado que estaba nuevo en esto de luchar < Este ya se está volviendo loco > Sonrió con la mirada y respondió como si fuera una carcajada seca < Se e e >.

¡Corran muchachos! ¡RESISTENCIA! ¡Nos necesitan en el frente, lo están pidiendo! Este compañero y yo nos vimos por un momento y la energía nos embriago. Comenzamos a correr, la barricada quedaba a 800 metros del lugar, el escudo pesaba. Nos mezclamos con los que ya estaban en ese punto, unos 200 o 300 hombres. Pasamos por debajo de un puente, el eco danzaba con los gritos de guerra, al salir del otro lado del puente llegamos a rio Cristal, su nombre ya no correspondía con su aspecto fétido. Nos dimos la vuelta y subimos a la autopista por un montículo de tierra, patrimonio de batallas pasadas.

Todos avanzando con un espíritu de espartanos a la barricada, ya se podían ver los hilos blancos del maldito gas cociendo el cielo triste de Ciudad Central. En el pavimento había guerreros caídos, algunos gritaban de dolor, otros se ahogaban con el gas. La piel ardía, ¿De dónde sacaban tantas granadas?

Cuando vi a las bestias del otro lado, me dio escalofríos. Llegamos a la barricada, los tiradores se turnaban en lo alto de la estructura para descargar ráfagas cortas. Ya había estado otras veces en una situación así, pero el augurio esta vez era preocupante. Entre los gases se podía ver a las bestias haciendo formaciones gigantes de choque, con varios tipos de naves terrestres respaldándole. Una de ellas era enorme, la única forma de neutralizar su avance era con miles de molotov, haciendo que se sancocharan dentro, o retrocedían o se quemarían, porque ni las balas ni las piedras le ocasionaban algún daño, sus cauchos eran blindados, en su parte superior poseía un cañón que lanzaba una especie de rayo, si quedabas en su alcance podías considerarte pollo frito.

Hubo un silencio, nadie disparaba. Todos nos asomamos a ver que ocurría. No podía creer lo que estaba viendo. Parecía ser un hombre en las filas enemigas, nos miramos confundidos, si, era un hombre al frente de la formación de las bestias. Con traje militar nos señaló y dio orden a las bestias. ¿Qué carajo estaba ocurriendo? ¿Cómo estaba ahí este hombre sin ser devorado por las bestias? O peor ¿De verdad le harían caso?...

El ataque comenzó. Metralla, gas, rayos, plasma, chocaban con nuestra barricada. Se escuchaba como sus filas corrían tras nosotros y el estruendo de sus naves. Comenzamos a disparar. Ya contábamos con unas catapultas improvisadas, peñones grandes y cócteles eran las municiones de aquel utensilio de guerra que mucho nos ayudaba. Las bestias ya estaban cerca, eran unas filas interminables, esta oleada llegaría a nosotros en minutos. De pronto una explosión hizo colapsar la parte izquierda de la barricada, el tambaleo nos hizo caer, nos atacaban con su artillería. Desde un mes para acá también estaban estrenando una nueva arma con nosotros, la bomba de sonido. Esa porquería nos dejaba ciegos y sordos. En una retirada, los afectados quedaban en manos del enemigo si no los rescatábamos a tiempo.

Empezamos a retroceder. Estábamos asustados y confundidos. Ya habían entrado por otra barricada que estaba a unos 200 metros a la derecha, desde la autopista vimos como corrían retrocediendo. Así que empezamos a correr, si no lo hacíamos nos emboscarían y sería una matanza. Las granadas de gas silbaban por nuestros pies, nos pasaban a un lado de la cabeza, no se podía ver nada, ¡Pero nada!

Me empezaba a asfixiar, el gas era tan potente que la máscara apenas me dejaba respirar pero toda la garganta me empezó a arder, mis ojos empezaron a llorar. Solo podía orientarme un poco y moverme hacia atrás. Alce mi escudo cubriendo la parte de atrás de mi cabeza y la mitad de mi espalda mientras trataba de salir de aquella nube de muerte. Había perdido de vista al compañero que estaba nuevo en esto, trate de encontrarlo llamándole, fue inútil. Solo se escuchaban las pisadas del corre corre y el pavoroso sonido del ejercito de las bestias viniendo por nosotros. Logre bajar por un costado de la autopista y me encontré con el nuevo, ahogado y desorientado. Luego de eso se escucho ¡Ahí vienen corran! venían a toda velocidad como mil bestias por la calle de al lado. Solté el escudo. Dispare hasta que me quede sin balas y corrí, recuerdo haberle dicho al nuevo < Si no regreso de esta dile a mi mama que la amo >

Una explosión lanzo a un soldado por los aires y cayo sobre mi mientras que corría, los dos dimos un golpe seco al piso. El estaba mal herido, mi revolver cayo con el impacto y rodó a quien sabe donde. El soldado me paso su pistola 9mm y me dijo < Sal de aquí > tomo una granada y soltó el seguro. Corrí a una alcantarilla que grande que estaba sin rejilla, cuando estaba por llegar detono la granada de aquel soldado después de un grito desgarrador < ¡Resistenciaaaa! >


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Fuente.

Me lance en aquel hueco, dándome un buen batacazo. Cargue el arma y me quede viendo hacia arriba, escuchando como las bestias pasaban. Recuerdo sentirme aliviado de que siguieran de largo... Hasta que un brazo metálico se asomo con una luz que me dejo ciego, aterrado cerré los ojos, alce el arma. Uno, dos, tres disparos. La mierda esa me agarro inmovilizándome como si fuera una insignificante cucaracha. Me saco de la alcantarilla y me alzo por los aires, comprendí entonces que el brazo metálico salia de una nave que parecía mas un camión, pensé que moriría, vi a mi alrededor como nos hacían pedazos, fallamos esta vez...

Se abrió una escotilla de aquella nave y fui introducido en ella de una manera violenta. Una vez dentro no podía ver nada, con mis brazos y mis piernas sujetadas no podía hacer nada. De pronto desde atrás una maquina apuñalo mi cuello con una jeringa y rápidamente me sentí drogado. Veía a fuera de la escotilla, un cielo en atardecer. Ésta se cerro y después solo vino el silencio.

Desperté en una celda. Con 6 compañeros, todo estaba oscuro. ¿Por que estábamos vivos? ¿Para que prisioneros? Algo estaba pasando... después caí en cuenta y fue mas aterrador aun.

Me habían capturado...

‘’Somos insurgentes’’ sobrevivientes en el año 2018.
La captura.


Nota: Si te gusto lo que leíste te invito a ver los capítulos anteriores:
Capitulo I¡Día-1! 1era parte.
Capitulo II¡Día-1! 2da parte.
Capitulo III EL conflicto.
Capitulo IV Refugio.
Capitulo V Discurso anónimo.
Capitulo VI Bajo mundo.
Capitulo VII ¡Un disparo!
Capitulo VIII Sepulcro.
La historia es producto de mi inspiración y estaré publicando contenido hasta terminarla.

Gracias por visitar mi blog.

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