El gallo gritaba  en la mañana vociferante.

Más ligero que el viento, más gentil que los propios bailarines,
Me estoy congelando aquí, pero no voy a dejar
Los marineros se regocijan y le lanzan una lanza.
Gente amada bajo el cielo.

Ella nunca soñó con una novela
Mi balsa salvavidas no llegó.
Aquí galopa el mundo, el mensajero sopla,
Pero si vuelves con testigos leyendo esto.

Señor de la noche,
Humo estirado en el cielo plateado.
Tú iluminaste mi alma con un rayo.
Puedo volar aquí, como un Pegaso alado.

Al instante disolver nuestra vista.
Septiembre y él ya caía
Y en sus espaldas hay bailarinas de ballet.
Yo creo Aunque el amor es para ti.

Tiemblas... pero no tengas miedo, querida.
Tú eres de quien se escriben las canciones.
Al borde del abismo de pie.
Rusia es ahora escasa.