Vida de perro

in #spanish3 years ago

Hoy vi unos perritos con pocos días de nacidos, no sé qué raza son, posiblemente son callejeros, es probable que no conozcan a su padre. Están en casa Nerys, hermana de mi esposa, en un garaje que ya no alberga carros.

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Pensé en llevarle un perrito a mi hijo, pero es muy probable que le falte la comida, además de que tal vez no nos sintamos tan cómodos con él dentro del apartamento. Yo tuve perros en mi infancia, pero siempre estaban en el patio.

He visto perros inteligentes, de comportamientos casi humanos. Recuerdo que una vez me sorprendió una acción de uno de los perros de mi casa, tenía una mosca revoloteando en su cara, molestándolo. Con un movimiento muy rápido abrió su boca y la engulló. Pensé que ahí terminaba la triste historia de la mosca, pero el perro la escupió en el suelo, todavía viva. El perro la miró, aún moviéndose, ahogándose en la saliva y, con compasión inmensa, levantó la pata y la terminó de espaturrar. Sí, un comportamiento casi humano, excepto por el hecho de que no se lavó las manos al terminar.

En Valencia, hace más de veinte años, me tocaba en las mañanas sacar a los perros a hacer sus necesidades. Los llevaba a un terreno baldío muy grande. Eran dos perros de personalidades muy distintas. Uno templaba la cadena y me arrastraba con él, tenía que soltarlo. El otro esperaba a que yo estuviera listo; intentaba caminar pero, al sentir la tensión en la cadena, se sentaba de nuevo y esperaba.

Un día quise probar la paciencia del perro sumiso. Solté al otro y me quedé sujetando la cadena de éste. El perro hacía amagos de andar y luego se sentaba, volvía a levantarse y al minuto siguiente se volvía a sentar. Yo sólo lo miraba, no me movía. El perro me miraba y yo me hacía el loco. Era un animalito muy respetuoso, "el amo es el que manda", pero yo sabía que se estaba reventando. Yo no aguantaba la curiosidad de ver cómo resolvía su dilema moral.

Se agotó la paciencia del perrito, no se atrevía a tirar de la cadena, pero dio la vuelta y me empujó durísimo desde atrás, me reí y lo dejé correr a hacer su asunto. Creo que sí quiero uno así de inteligente.


Créditos del texto e imágenes: Amaponian Visitor (@amaponian)