Hemos sido inoculados con ceguera intelectual, no vemos más allá de nuestra nariz. Comentamos por redes sociales, comentamos a través de mensajes de texto, quizá llamadas, quizá en pequeños grupos; pero la realidad es que no tomamos las acciones pertinentes –hemos sido idiotizados-.

Un fulano bono, una fulana caja CLAP, una pensión a través del carnecito –beneficio que ni siquiera está registrado en el IVSS-. Hoy somos marionetas, y los hilos que nos unen a nuestro opresor eran textil, ahora son acerados.

Nada hacemos con lamentarnos y dejar correr de nuestros ojos una lágrima –lágrimas de cocodrilo-. Existe un miedo en la población; miedo infundido de perder los beneficios otorgados para comprar conciencia; miedo de salir a la calle; ya no es temor a un delincuente, sino a la delincuencia organizada detrás de los colectivos –la máxima autoridad popular jajaja-.

Lamentablemente, esto es “pa´rrato”; no quiero pronosticar, pero esperen a escuchar que el fulano será presidente hasta el 2032 y quién sabe si será para más… Estamos en la Venezuela del sobreviviente, del que da gracias por el día terminado, por el día de mañana que inicia; por tener algo que dar a sus hijos…