La sociedad es tan extraña que toda mi infancia se burlaron de mí por mi bajo peso. Flacuchenta, desnutrida, esqueleto, escoba, no sé cuántos nombres pasaron relacionados a que realmente sí estaba pasando hambre y sí estaba muy por debajo del peso que debía a pesar de dietas especiales, nutricionistas y todo tipo de suplementos vitamínicos.
Pero cuando me desarrollé, dejé de bailar en la academia y me mudé a Caracas, desarrollé un cuerpo mucho más grueso que el de mi familia (de orígenes indígenas con predisposición a la delgadez) y en mi casa (hasta el sol de hoy) siempre tienen un comentario acerca de lo gorda que estoy. Lo peor es que yo siempre me he sentido cómoda con ese aspecto de mi cuerpo y nunca me pregunto cuánto estaré pesando ni me angustia.
También entiendo perfectamente lo de "no puedes maquillarte y ser feminista", y es muy importante que la gente comprenda que una cosa es ser parte de un sistema opresor y otra es tomar decisiones sobre tu cuerpo y tu vida.
Sé que sabes esto pero eres hermosa. Y no te lo digo porque sea tu amiga sino porque lo eres. Punto. Estoy muy feliz y orgullosa de quien eres y de poder vivirlo, explorarlo y contarlo a tu lado. No conocía esa historia de la hipnosis (y primera vez que escucho de ese método) pero saber que saliste de eso y lograste desligarte de dinámicas tan tóxicas sólo aumenta todo lo que siento por ti.
Es la lucha constante, si es porque eres muy flaca es porque eres muy flaca, si es porque eres muy gorda es porque eres muy gorda, al final no hay manera de "ganar" esa pelea sin quedar completamente descerebrada, como tú dices, la mejor manera de ganarla realmente es no pararle media bola.
Tú también eres hermosa Andrea Paola, y sé que sabes que lo digo en la misma intención a la tuya, y porque somos tanto tanto más que una vidriera, tenemos contenido y eso nos hace unas mujeres bellas y fuertes.
Te abrazo mucho!