El Arbolito más Bonito

Sí, el arbolito más bonito de navidad me lo presentó Dios no en el mes de Diciembre sino a finales de Octubre quedandoseme fijado en la memoria eternamente, de allí que a través del tiempo me acompaña todos los años con sus luces multicolores en el hogar.
Que cómo fue... evoco la memoria y en su retroceder me ubico en la escuelita rural donde trabajaba en un caserío en la serranía al noroeste de Guárico.
Me encontraba contemplando las estrellas con añoranza familiar y en forma súbita tomé la decisión de bajar hasta la casa de mi familia un poco lejana y sin pensarlo dos veces inicié el camino por andar subiendo y bajando cerros, pasando ríos y quebradas sin miedo alguno siempre confiado al resguardo de Dios, sumido en mis cavilaciones como a la mitad del camino, luego de dos horas de andar a pié y bajar una empinada cuesta tenía que atravesar un pequeño riachuelo con sus aguas cantarinas y algo llamó mi atención hacia la derecha, era una luz muy blanca y sin temor alguno me dirigí hacia ella, grande fue mi sorpresa el asombro me embargó y aún mucho tiempo después lo rememoro con reverencia, sobre un arbolito como de un metro de altura muy redondito y frondoso su follaje, pululaban cientos y cientos de Luciérnagas o Cocuyes que prendían y apagaban sus luces como un arbolito de navidad.
La emoción llenó mi alma contemplando arriba el cielo estrellado y abajo el arbolito de navidad más hermoso sin ser navidad, mi espíritu se llenó de gozo y luego de un silencio contemplativo continué mi andar en profunda meditación hasta llegar a destino recordando lo vivido.