Anécdotas que marcan y son imborrables. "Una mano lava la otra y las dos lavan la cara" es el refrán que siempre he escuchado y pues no se aleja de la realidad. Cuando ayudamos sin pedir nada a cambio la bendición de Dios siempre nos acompañara.
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Así es! nuestras obras de solidaridad no pasan desapercibidas delante de Dios... Gracias por tu apoyo y visita @angelus.nomada y por la invitación, con gusto pasaré a tu blog