El Arte Callejero
La música religiosa y la profana expresan conceptos y sentimientos
algunas veces encontrados, pero en ambos campos se producen
obras de gran belleza.
El papa Gregorio I (504-604), el mismo que impuso la música gregoriana,
consideraba los instrumentos como un elemento corruptor. Sólo se permitía
la voz humana. No obstante, la evolución del mundo no se detiene y el órgano
se instala en las iglesias a partir del siglo X.
Durante el siglo XI , el pueblo bailaba en los templos acompañando los
cantos gregorianos. Las autoridades eclesiáticas combatiendo esta
costumbre "pagana" arrojaban de las iglesias a los aldeanos quienes
terminaron por llevar a las calles sus propias fiestas religiosas. Surgieron
celebraciones profanas. Trovadores, bardos y juglares se dedican a tocar,
cantar y bailar por los caminos, dando origen a la música popular y del
folklore. En el siglo XXI, el talento sigue en la calle.
Piano man
Pocas veces son mendigos, no piden limosna sino contribución a cambio de su
show, aunque hay indigentes que ven renacer su vena artística al toparse en la
calle con su antiguo instrumento.
Toneladas de fusión
Suelen realizar una mezcla increíble de estilos y declararse "ciudadanos del mundo"
Bach de calle
Logran reconciliar la música litúrgica con el arte callejero
Están por todo el planeta
Playing for Change es una fundación dedicada a crear escuelas de música
por todo el mundo, pero nace de la idea de conectar diversas regiones y
culturas mediante el arte callejero.
Algunos han escapado de las tiranías
Simón Rondón es ingeniero venezolano con postgrado. Se formó como violinista en
el sistema de orquestas del maestro Abreu.