La diosa Afrodita: dos versiones de un mismo mito
Los saludo nuevamente amigos. Hoy es un día para que hablemos sobre mito. Hoy les quiero compartir una investigación que hice sobre el Nacimiento de la diosa Afrodita. Es una alegría para quienes amamos estos temas saber que cada civilización elaboró historias acerca del origen y el funcionamiento del universo que les sirvieron de explicación para comprender mejor su entorno, y algunas de ellas lo hicieron de un modo tan atractivo que todavía hoy son objeto de estudio y veneración. Por ello a través de la mitología, y en este caso especifico de la mitología griega nos damos cuenta que, en un inicio, todas las cosas hallaban su sentido en un relato que poseía para los griegos coherencia y veracidad. La cultura griega sustentó, en algún momento, su devenir en el mito, tanto para explicar los fenómenos naturales como también los orígenes de los dioses y de los hombres.
Desde el momento en que la mitología se consolida como un objeto de estudio, es posible conocer de cerca los nacimientos de los dioses o las hazañas de un héroe. Hoy me pareció importante enseñarles el mito de Afrodita, mediante dos fuentes de las que resultaron más amables, más descriptivas, pero también muy divergentes entre sí. La primera fuente la ofrece Hesíodo en su Teogonía, y la segunda fuente la ofrece Platón en su Banquete.
La Afrodita de Hesíodo
En mi área de estudio nos enseñan que unas de las formas más precisas de conocer las variantes de un mito, es por medio del acercamiento cara a cara con el texto original, por ello El Nacimiento de Afrodita que les mostraré es una traducción directa que hice a partir de los fragmentos en griego antiguo. El proceso de traducir el mito fue indispensable para entender cómo se comporta el relato mitológico a nivel de contenido y también a nivel del contexto en que fueron escritos. Es curioso saber que en el siglo III a.C., los estudiosos alejandrinos, luego de ordenar todos estos mitos por temas, le dieron a este mito el nombre de La Castración de Urano. Este poema y sus fragmentos se encuentran en la Teogonía del poeta griego Hesíodo, pero yo les les comparto mi humilde traducción:
Entonces, en el primer momento que cortó
los genitales con el acero, los echó lejos del continente,
en el muy agitado ponto, y de este modo fueron llevados,
durante mucho tiempo, a través del mar.
Alrededor del miembro inmortal, se iba formando una espuma
blanquecina, y en medio de esta apareció una mujer.
Primero nadó hacía la admirable Citera,
y desde allí llegó a Chipre, de muchas aguas.
Así salió de las aguas la púdica y hermosa diosa,
y bajo sus ligeros pies brotaba, a ambos lados, la hierba.
A la diosa Afrodita los dioses y los hombres también
la llaman Afrogenea, puesto que nació en medio de la espuma.
Por otro lado también la llaman Citerea, de hermosa diadema,
porque se dirigió primero a Citera; y Ciprogenea, puesto que
surgió en Chipre, de muchas olas, y también Filomedea, porque se
formó de los genitales.
Hesíodo (Ascra, hoy Palaioppanagia, actual Grecia; segunda mitad del siglo VIII a.C.) es unos los primeros griegos que recoge de forma poética todos los mitos concerniente a los orígenes divinos. Heredero de una tradición poética de mitos, genealogías y pequeños poemas para enseñar, el poeta se sirve de otras fuentes para explicar un mito convirtiéndolo al mismo tiempo en un poema.
El contenido del fragmento traducido explica, como ya han visto, lo que sucedió luego de que Cronos castrara a su padre Urano, abordando el tema central de mito, pero también se puede apreciar el bello instante en que Afrodita sale fuera del mar, y la hierba brota a sus pies, como símbolo de la reproducción y la vida. La simbología rescata en este poema una esencia primitiva del mito, y podemos observar desde un acercamiento poético el motivo de que en nuestros días la diosa Afrodita esté asociada a lo erótico y a lo sexual.
La Afrodita de Platón
En el siglo V a. C cuando la filosofía transformó e interpretó a su manera la realidad, los filósofos separaron a Afrodita en dos diosas diferentes, que en un principio no fueron distinguidas: Afrodita Urania, nacida de los genitales de Urano, y Afrodita Pandemos, la Afrodita común “de todo el pueblo”, nacida de Zeus y Díone. Entre los filósofos de ese siglo Afrodita Urania figura como la Afrodita celestial, representando el amor del alma, mientras que Afrodita Pandemos estaba asociada con el amor físico. Esta descripción de la diosa Afrodita la pueden hallar en el Banquete de Platón, sin embargo yo aquí les dejo la traducción que hice directamente desde el fragmento en griego, y sé que no es la mejor de todas, pero quise compartirlo:
Sin duda todos sabemos que no hay Afrodita sin Eros.
Por tanto, si existiera solo una Afrodita,
uno solo sería también Eros.
Pero ya que son dos las diosas,
existen por necesidad también dos Eros.
¿Cómo no serian dos las diosas?
Una, en verdad más antigua y carente de madre,
hija de Urano, a la que por esto llamamos Urania.
La otra en cambio joven, hija de Zeus Y Díone,
a la cual por esto damos el nombre de Pandemo.
Platón acude a la naturaleza de Afrodita, no para ofrecer un relato poético del mito ni para dar cuenta histórica sobre un suceso, sino que lo hace para dar fuerza a su discurso filosófico sobre un tema que le interesa aclarar: cuál amor es digno para el hombre y cuál no. El amor vulgar, el puramente físico, es el amor que proviene de la diosa más joven y que en su nacimiento participa la hembra y el varón, y este está relacionado con la Afrodita que nace de Zeus y Díone, es decir, Afrodita Pandemos.
Por otro lado el amor celestial que se vincula con la Afrodita más antigua, nacida de Urano, en cuyo nacimiento no participa la hembra, es el amor que sienten aquellos que se dirigen a lo masculino, es la que llamamos Afrodita Urania.
Así podemos apreciar que en filosofía el mito adquiere una funcionalidad distinta, es decir, el mito funciona como vehículo para explicar la naturaleza ontológica de diversas cuestiones humanas como el amor, el alma o la belleza.
No todas las cuestiones humanas nos conciernen a todos, y aquí solo quise indagar un poco sobre el origen y naturaleza de Afrodita, y compartir lo maravilloso que son los relatos míticos. Para culminar les dejare algunas conclusiones y espero que me ayuden a enriquecerlas con sus comentarios que para mi son como una gota de rocío en medio del desierto.
1. El mito posee una flexibilidad que permite varias versiones del mismo suceso.
2. El mito se cambia desde la mentalidad mítica, no desde la mentalidad racional.
3. Desde un punto de vista narrativo el mito no puede ni debe ser perfecto.
4. El mito en su origen responde a la creación del mundo, y su interpretación responde a las cuestiones humanas.
5. El mito tiene en fin en sí mismo: definir lo bello y lo verosímil.
Gracias por su atención. ¡Hasta pronto!