Ecologistas sí o sí

Durante varios años Venezuela se ha situado en los primeros lugares del top ten de los países más contaminantes de América Latina. En el 2014 se situó en el sexto lugar Fuente y también en el 2016
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Actualmente, presumo (porque no existen pruebas científicas, como estudios ambientales o estadísticas que lo avalen), que la contaminación en el territorio nacional ha disminuido considerablemente. No porque tenga los instrumentos especializados para medir los niveles del efecto invernadero, sino porque tengo los cinco sentidos en perfecto estado y una mente muy lógica.
Veamos según Fuente Los países más industrializados son los que más efecto invernadero provocan contribuyendo de esta forma con el calentamiento global de forma alarmante. Además considera el autor del citado artículo que los principales factores considerados como parte del problema son:

La deforestación,
la contaminación con desechos,
el tráfico automotor,
la generación de electricidad,
malgastar el agua

Ahora bien, de acuerdo con lo anterior ¿Qué es lo que sucede en Venezuela? La mayoría (para no decir todos) de estos agentes dañinos para el ambiente han sido disminuidos en grandes niveles, puesto que la llamada crisis económica que atraviesa el país ha generado estragos, que, en este caso, ha resultado favorable para el aire que respiramos.
El movimiento ecologista a nivel mundial promueve el desuso de artículos desechables, el reciclaje, erradicar la deforestación, el malgasto de agua y hacer un uso consciente de las cosas que contaminan, pero necesitamos. Para todos los países ser ecologistas es una opción, que muchos, por no sacrificar comodidades y por satisfacer antojos, prefieren ignorar, Venezuela es la excepción. En esta nación estamos aprendiendo a VALORAR por obligación, ahora administramos, distribuimos, reusamos, reciclamos, cuidamos.

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La deforestación provocada generalmente por la construcción de empresas o grandes centros comerciales ya casi no se ve, pues los empresarios no consideran buena idea invertir en el país.
La contaminación por desechos… vamos por parte en este punto. ¿Qué tipos de desechos? A. Bolsas plásticas y de papel, ya no te las regalan en las tiendas y mucho menos te las ponen dobles en los supermercados para evitar el riesgo de que se te rompan por el peso, ahora es una opción si quieres comprarlas o no. B. Pañales, no hay y donde se consiguen “importados” son incomprables y vienen sin un certificado de seguridad que garantice la salud de tu pequeño (Mi hija acaba de salir de un cuadro infeccioso de la orina por causa de unos pañales de desecho empaquetados en el país… La avaricia no ve a quién le hace daño), además de que si compras 1 paquete de pañales de 20 unidades, probablemente te quedes sin comer, porque cuesta más que el sueldo mínimo de un mes. Así que los pañales ecológicos han sido el mejor invento del siglo para un país donde este implemento básico se ha convertido en un lujo. C. Toallas sanitarias, ahora las mujeres prefieren trapos, y cuando se compran un paquetico, 1 toalla puede durar hasta 12 horas, sin importar los riesgos que se corran. D. El papel sanitario, sólo se usa cuando es estrictamente necesario y de tres hojitas solamente para que rinda. E. Envases plásticos (cosméticos, refrescos, alimentos, productos de limpieza) Ahora todo eso se recicla y por los altos costos se compran muy poco.
Trafico automotor: El humo de los carros sigue existiendo, sin embargo, este ha disminuido debido a que la falta de repuestos, el impresionante valor en bolivares del aceite de motor, los cauchos, baterías, entre otros, ha logrado que la mayoría de quienes mantenían el carro con su “Buen sueldo” lo dejen guardadito y lo usen solamente para lo necesario, ya que el nombrado sueldo les alcanza sólo para la comida y sustento del hogar.
La generación de energía eléctrica: El uso de los electrodomésticos también ha disminuido, pues ya sea por el tiempo o falta de mantenimiento, se han deteriorado y, en algunos casos, es casi imposible repararlos y comprar uno nuevo… ¡Ni hablar! Ahora sí es verdad que apagamos las luces, ni con el racionamiento que se hizo a causa de la sequía en embalse del Guri ahorramos tanta energía como ahora, si se queman los bombillos, quemados se quedan y usamos únicamente luz en los espacios que necesitamos.
Malgastar el agua: Oro líquido, más que el petróleo es el agua en Venezuela, todo ha sido alcanzado por la corrupción, los lugares donde se disfrutaba del beneficio del agua por tuberías, fue obstruida, por falta de mantenimiento y por el “chanchuyo”, como le llamamos acá a las trampas, de los camiones de agua. Y por ser tan altamente costosa, donde un tanque duraba dos semanas, ahora rinde para mes y medio.

Y así, pare usted de contar ¿Mala situación? Sí, por la hiperinflación, la desnutrición severa en niños y adultos, la crisis hospitalaria, la falta de medicina y todo lo negativo que queramos ver. Sin embargo, para algo bueno ha servido todo esto. Hemos aprendido a ser conscientes de lo que tenemos, a hacer uso de las bondades de la naturaleza, sin agraviarla, a respirar un aire más puro y a valorar esta tierra que lo tiene todo.
Este mal tiempo se va a terminar, porque todo comienzo tiene un fin, y habremos aprendido algo, sus huellas serán las enseñanzas que hemos puesto en práctica en estos momentos. Somos responsables de esta tierra que nos ha acogido, dueños de ella y por ende, responsables de lo que le sucede. En lo que a mi nación respecta, estamos contribuyendo a la disminución del efecto invernadero y a extender la vida del planeta, estamos siendo, sin quererlo, ECOLOGISTAS.

¡Viva Venezuela!