Monstruo (Relato Corto, primera parte)

in #spanish6 years ago (edited)

Monstruo

I


-¡Maldita mujer! ¿¡se puede saber qué demonios es esto!?
-Pues... es puré...
-¿Puré? ¿a esto le llamas puré?
-No… yo… si, es...
-No comeré esta basura…
-Pues… te daré otra cosa… yo…
-¿Darme otra cosa? ¿¡qué!? ¿¡veneno!? ¡yo te daré otra cosa, puerca!

El sonido de la olla se escuchó amortiguado a causa de la puerta cerrada, pero Ana supo que su madre la había tirado sobre la mesa del comedor, adrede o no, quizá salpicando de puré aguado todo a su alrededor. No se equivocó.

-¿¡Pero que mier…!? ¡maldita mujer! ¡ya vas a ver lo que es bueno!
-¡Ricardo, por favor! ¡Ricardo… no!

Fuente

El estrépito de una silla llegó hasta sus oídos. Posiblemente fue Ricardo el que lo provocó, al levantarse raudo de la mesa, con intenciones de golpear a Brenda. Se oyeron pasos precipitados, que se perdieron al final del pasillo. Un portazo cerró la escena, pero los ecos amortiguados de los gritos y maldiciones resonaban por el interior de la casa, sin descanso.

Entonces Miguel, salió de su habitación.

Con pasos sigilosos, caminó hacia la habitación de su hermana, Ana. Tocó a la puerta con suavidad, como si temiera despertar a su ídolo, una y otra vez, hasta que con un chasquido, la cerradura quedó destrabada y el pequeño de nueve años entró.

Nada más pisar el interior de la habitación, cerró con pasador y corrió hacia la cama, donde su hermana, de trece años, le esperaba.

La niña se había convertido en su refugio. Era ella quien lo protegía, quien lo cuidaba de los gritos y golpes y le hacía olvidar el desamor de sus progenitores. En una ocasión, Miguel había dejado caer el plato de vidrio en el cual su hermana le había servido cereal, para desayunar, pues su madre estaba en el sótano y Ana sabía, no saldría de allí hasta después del mediodía, hora en la que Ricardo, puntualmente, se ausentaba.

El plato de vidrio se quebró en el suelo, derramando el contenido por toda la cocina, entonces Ricardo, sumamente airado, entró lanzando maldiciones y con una vara, fue a golpear a Miguel, pero Ana se interpuso en su camino y, con su propio cuerpo, protegió al pequeño recibiendo el castigo en su lugar.

Fuente

Ricardo la tomó por el cabello y la arrastró fuera de la cocina.

Aquella escena se mantenía fresca en la mente de Miguel, y desde ese momento, el niño hacía todo lo que su hermana le pedía.

-¿Ya estás listo, Punky? Preguntó Ana.
-Eso creo Nani… aunque me dejé el dinosaurio… es muy grande. Respondió Miguel.
-No importa, ya conseguiremos uno… ahora vamos… no podemos seguir aquí.
-Mamá y papá…
-Todo saldrá bien, Punky... todo estará bien, ahora vamos.. ¡a la ventana!

Ana abrió la ventana y lanzó su bolso hacia el jardín. Había planeado aquel escape durante semanas.

-Ahora baja, Punky, rápido, papá no tardará en venir.
-Voy, Nani.

El niño salió por la ventana hacia el tejado. Había hecho aquello con anterioridad, jugando con su hermana o escapando hacia el jardín mientras sus padres peleaban, por lo que no fué difícil para él descolgarse por las tuberías de desagüe hasta llegar a la planta baja. Miguel tomó el bolso, cargado con galletas, fruta seca, un poco de agua y dinero que Ana había tomado, en secreto, de los ahorros de su padre, mientras su madre, cubierta de golpes, lloraba en silencio encerrada en el sótano.

-¿A donde crees que vas? Escuchó decir Miguel, que volteó hacia la ventana por la cual había salido.

Ana gritó. La mitad de su cuerpo estaba afuera, pero Ricardo la sujetaba por los cabellos y tiraba de ella hacia dentro. El pequeño sintió mucho miedo y por un momento no supo qué hacer.

Punki! ¡corre! ¡ya sabes que hacer! Escuchó decir a su hermana… y obedeció.
-¡A donde crees que vás, Maldito mocoso! Gritó su padre, pero Miguel ya estaba lejos del infierno, asustado y solo.

Alcanzó el tronco hueco, escondite secreto de ambos hermanos y primera parada del plan de Ana. Sacó una manta gruesa del bolso y pasó la noche acurrucado, hasta caer dormido entre el llanto y el dolor.


II

Las botellas de cerveza, ron barato y aguardiente yacían esparcidas por doquier, apiladas en las esquinas o tumbadas sobre la mesa y muebles viejos. Reinaba un penetrante hedor a comida rancia y licor viejo, las ventanas estaban un poco sucias y el suelo, barrido a medias, pero seguía siendo la misma casa incluso después de seis años, y Miguel lo sabía.

Se había colado por la ventana trasera, vestido de negro en su totalidad en horas del mediodía; sabedor de que las viejas costumbres no se pierden, pues las luces no se encendían hasta pasada las seis de la tarde, cuando comenzaba a oscurecer.

Las sombras del interior de la casa lo cubrieron casi instantáneamente. Aquella era la hora en que Ricardo no estaba allí, razón por la que había elegido aquel momento. Había tardado mucho, si. Seis años de un infierno diferente, en los que el recuerdo de su ángel era lo único que le mantuvo en pie. Debía encontrarla, debía saber que fué de su hermana, su ídolo, su Nani.

Avanzó con cautela, procurando hacer el menor ruido posible. Cruzó el pasillo principal que conectaba la parte trasera, donde se encontraba el lavadero y baño, hacia el centro de la casa, cruzando la cocina y deposito bajo las escaleras de acceso a la planta superior, mirando con atención en busca de algún indicio, detalle o señal inusual… y no tardó mucho en dar con una.

Una mancha negruzca y pegajosa era visible bajo la luz del mediodía, filtrada a través de la ventana, sobre el mesón de madera que bordeaba la mitad de la cocina, ahí donde una tostadora vieja yacía olvidada entre el óxido y las telarañas.

«Sangre… fresca»

Fuente

Un ruido extraño se dejó escuchar a través del techo. No estaba sólo.

«Tal vez sea...»

El ruido, en ritmo inconstante, se oía una y otra vez, a veces suave, a veces fuerte. Era como si alguien golpease una almohada para sacarle el polvo. Subió las escaleras con mucho cuidado, sin hacer ruido. Llegó al pasillo superior y dobló hacia la derecha. Notó que en el suelo, unas gotas de sangre marcaban el camino hacia la habitación del fondo, como siniestras migajas de pan que le guiaban. La puerta estaba entreabierta, y un haz de luz iluminaba débilmente el pasillo, envuelto en tinieblas. El ruido se hizo más nítido.

Aquello no era una almohada.

«Mamá» pensó. El padre tenía relaciones con su esposa… «supongo que algunas cosas han cambiado con los años»

-¡Ahhhhh! ¡puerca rellena… je! ahora si me largo. Dijo un Ricardo agotado por el orgasmo.

«O tal vez… nada cambia… sigue siendo el mismo desgraciado»

Miguel abrió sigilosamente la puerta de la habitación contigua, y en silencio, entró para ocultarse. Ricardo salió a los pocos minutos, desnudo de cintura para abajo, como acostumbraba siempre que tenía sexo con su madre, cruzando el pasillo y bajando las escaleras hacia el baño, para ducharse.

Sin embargo, algo no cuadraba. Las gotas de sangre en el suelo no le extrañaban, pero el hecho de que su madre no estuviese reventada de llanto…

Salió en silencio, y para asegurarse de que el padre no volvería en unos minutos, esperó a que Ricardo abriera la regadera.

«Perfecto» pensó cuando escuchó el agua caer y con sumo cuidado, asomó por la puerta, ahora abierta de par en par.

Fuente

En una cama de tamaño matrimonial, una mujer yacía boca abajo, amarrada de forma cruel con cables de electricidad a la cabecera de la cama por ambas muñecas y sogas en los pies. Estaba desnuda y muy delgada. Las costillas estaban marcadas en su piel como si a esta la estirasen con ganchos de algún tipo, blanca y llena de cicatrices; su rostro estaba vuelto hacia la pared del fondo y tenía los cabellos rojizos sucios y enmarañados, parecía dormida.

La ira se apoderó de Miguel.

-¿Mamá?- susurró -. No hagas ruido, mamá… voya sacarte de aquí. Miguel se acercó a la cama, sacando una navaja de su bolsillo para cortar los cables. La mujer en la cama se movió de repente, de forma lenta, con esfuerzo. Volteó a mirar a Miguel, que se afanaba en la tarea de liberarla. Entonces sus ojos gris claro cobraron brillo, y de aquellos pozos asolados por la sequía, una gota de felicidad escapó, cayendo en las almohadas manchadas de saliva y semen.

-¿P… punky? ¿es… estas… vivo? susurró la chica.

Miguel se detuvo en seco, y miró a su hermana por primera vez en seis largos años.

Su corazón se partió en mil pedazos.

(Continuará)

Con amor y malicia, para ustedes, queridos lectores.


¡Hola a todo el mundo!

Si has llegado hasta aquí, es que he hecho bien la chamba ja, ja, ja.

Muchísimas gracias por leerme. Es un placer para mí poder compartirles estas historias macabras de mi autoría. Espero que la lectura haya sido de su agrado y si es el caso, estate pendiente, porque pronto subiré la continuación y final de este relato corto.

Como siempre, les invito a dejar sus comentarios por aquí, ya que me ayudan a mejorar cada día más para ofrecerles historias originales y de calidad. Una vez más, muchísimas gracias por leer y espero que les haya gustado esto

¡Nos leemos!

Obra con licencia CC a mi nombre, Josue Betancourt.
Todas las imágenes tienen enlace a su fuente (pixabay) a excepción de la arañita, que es mía.

Otras obras de mi autoría

La Sombra (Fantasía/Acción) Dentro del post están los links a todos los capítulos
Tara (Fantasía/Relato)
Arena. 2129 (Ciencia Ficción/Fantasía)
Instinto de Supervivencia (Relato/Terror)
Una tonta con ilusiones de niña (Relato/Suspenso)
La Esfera (Solo participación para concurso)

Sort:  

wow, impresionante, siempre me sorprende la capacidad de crear contenido que nos da esta plataforma, que genial y terrorífico, genial!

Muchas gracias compa. Me alegro de que te gustase.

Congratulations! This post has been upvoted from the communal account, @minnowsupport, by Chosu from the Minnow Support Project. It's a witness project run by aggroed, ausbitbank, teamsteem, theprophet0, someguy123, neoxian, followbtcnews, and netuoso. The goal is to help Steemit grow by supporting Minnows. Please find us at the Peace, Abundance, and Liberty Network (PALnet) Discord Channel. It's a completely public and open space to all members of the Steemit community who voluntarily choose to be there.

If you would like to delegate to the Minnow Support Project you can do so by clicking on the following links: 50SP, 100SP, 250SP, 500SP, 1000SP, 5000SP.
Be sure to leave at least 50SP undelegated on your account.

verdad q si? jejeje, gracias por leer y comentar. Saludos!

@chosu hiciste bien tu chamba... espero el proximo post a ver como acaba la vida de ese desgraciado. 😠😢

madeeee ailobiuuuu! jajajajaja xD. Muchas gracias por leerme, ya te enterarás del destino del bicho ese. Saludos!

Saludos @chosu. Ahora me veo obligada a seguirte para poder estar pendiente de la continuación, a ver qué haces "y que pase el desgraciadooo" ja,ja,ja... to be continued ja,ja,ja... Dios qué suspenso... Hiciste bien la chamba @chosu

Jajajaja muchas gracias por leerme valeee xD. Dios mediante pasado mañana o el sábado subo la otra parte. Me alegra que te haya gustado. Saludos!

Sigues sorprendiéndome @chosu. Ya quiero leer la continuación.

Epale vale xD. Gracias por leerme jeje Dios mediante hoy subo la segunda parte, espero que te guste el final. ¡Saludos!

buena imaginación amigo, excelente cuento

Muchas gracias mano, me alegro de que te haya gustado!

Ricardo me estresó, es una porquería. Buen relato.

Si que lo es jajajaja. Espero te guste el final. Saludos!

Me encantó este relato, demasiada rabia contenida, violencia... me atrapó, felicidades!

Gracias valeee xD. Saludos!