Perdoné errores casi imperdonables, intenté sustituir personas inolvidables. Me decepcioné de personas que pensé que nunca me decepcionarían, sonreí cuando no podía. Hice amigos eternos , Lloré oyendo música y viendo fotos, llamé solo para escuchar su voz, pensé que moriría de tanta tristeza. Tuve miedo de perder a alguien especial ¡pero sobreviví! ¡y todavía sigo viva! aprendí que a veces el que arriesga no pierde nada, y que perdiendo también se gana.