Aunque hagamos el mayor esfuerzo por mantener cerradas las puertas, aunque obliguemos a la sangre cesar de palpitar por otro ser y nos tengamos como prisioneros a nosotros mismos, el corazón se abre cuando se refleja o se complementa en un amante, y lo más gracioso es que sale corriendo como un niño. Así somos.
Muy buen poema, éxito.
Me veo reflejado en lo que escribes, aunque no tanto de salir corriendo como un niño, me pongo paredes y excusas con tal de engañarme...
Pero en ocasiones hay paredes que caen y excusas que desaparecen cuando en otros ojos te has perdido, en fin, creo que es la segunda vez que caigo en tu perfil, esa imagen de lunas la recuerdo =)
Suele pasar. A veces somos cobardes de arriesgarnos a lo impredecible. Muchas gracias por tu apoyo ❤️