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Jajaja, debo admitir que me causó mucha gracia la primer parte de tu comentario. ¿Sabes?, yo también he vivido esa parte: mis amigas y yo ya casi no coincidimos en horarios para salir. Pero creo que el secreto está en no tomarlo personal, sobre todo cuando ya hay hijos de por medio: el hecho de adquirir ese tipo de compromisos y responsabilidades no es fácil, como no lo es adaptarse a ellos. Allí es cuando hay que sacar provecho de las tecnologías: uno siempre puede estar en contacto por redes sociales. Hay que aceptar que la relación de amistad no volverá a ser la misma, pero eso no significa que sea peor; simplemente, será diferente. ¡Animo! Gracias por tu comentario, ya te sigo. ¡Bendiciones!