31/03/2016. Segunda persona.

in #spanish7 years ago
Te hablo a ti, amigo de por vida, al menos de esta. Vivir se te hace pesado, a veces, y los sucesos del pasado parecen cobrar vida en cada instante presente, perpetuando sentimientos atrapados de manera indefinida… lo cierto es que no sabes cuándo termina todo, no sabes si lo hará siquiera, y pretender que termine no es más que una negación del presente. Te compadezco, amigo. Siento lástima por ti, porque te veo confuso, indefenso y desamparado. Te agarras a trozos de madera en medio del mar. Lo que no sabes es que boca arriba tú sólo flotas. Pataleas y pataleas deseando llegar a alguna parte, alguna parte que desconoces. Lo que sí sabes es que no es donde te encuentras aquel lugar que, por mucho que lo has buscado, jamás has hallado. Tal vez no exista nada de lo que crees.

Sé cómo te sientes. Lo sé perfectamente. Soy testigo de cada paso que das, de cada uno de tus anhelos, de tus interacciones, de tu tiempo a solas, de los momentos en los que ríes y de aquellos en los que lloras. Te veo torturándote, maldiciéndote, quejándote… puedes seguir haciéndolo toda la vida si quieres. Pero sé, por experiencia propia, que no es lo que querrás para ti mismo una vez hayas terminado el viaje. Entregas tu energía a otras personas, a otras cosas, a otras situaciones futuras, esperando que estas te devuelvan aquello que pides. Lo que no terminas de entender es que aquello que pides ya lo tienes, y hasta que no te creas merecedor de ello no lo vas a disfrutar. Al fin y al cabo, es lo único que tienes, y jamás nadie te lo dio, y por ende nadie te lo puede quitar. Abraza tu sombra, al completo, a partir de este preciso momento. No puedes empezar en otro momento que no sea ahora.

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