París obscuro - Prólogo - una historia corta de Mundo de Tinieblas

in #spanish7 years ago (edited)

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En el callejón


-Buenas noches Mademoiselle. Es de mala educación seguir a alguien ¿sabes?. Si vas a hacer tanto ruido persiguiéndome al menos deberías tener los modales de presentarte. Dime chère ¿Quién eres?



Le pregunté a la joven chica en ese obscuro callejón Parisino, la pobre se veía de apenas unos 27 años, era algo alta para ser una chica parisina solo le llevaba una cabeza de diferencia, y yo mido unos más que modestos 190cm. Las facciones de su cara eran finas, casi talladas a cincel, pero sin ningún vestigio de maquillaje en ella, una belleza natural, lástima que no supiese como aprovecharla... Su cabello obscuro como el cielo de esa noche junto con esa mirada de determinación en sus ojos café lograron algo que muchos tenían décadas sin hacer, me impresionaron. Con solo concentrarme y verla a los ojos podría saber exactamente porque estaba allí parada frente a mí, pero hace tanto que no me divertía que quería que ella me lo contara con sus propias palabras.

-Me llamo Fleur, soy investigadora privada- Respondió, mientras metía sus manos en la chaqueta de cuero que llevaba puesta. Como si estuviese aferrándose a algo.

-Te seguí porque quiero hacerte unas preguntas. Hace 3 días un ex compañero mío del diario Le Parisien vino hasta mi a preguntarme por información acerca de un tal Antoine Rousseau y por alguna razón no pude encontrar nada sobre Él, ni partidas de nacimiento, reportes de periódicos, artículos, absolutamente nada, como si nunca hubiese existido, y desde entonces no he vuelto a saber nada de mi…Compañero.

Una sonrisa se dibujó en mi rostro, hacía tiempo que alguien fuera de mi “círculo” no me llamaba por mi nombre completo. –Es difícil encontrar información de alguien que murió hace más de 200 años chère- Le respondí mientras escuchaba como sus latidos se iban acelerando cada vez más, su sangre danzando estrepitosamente dentro de su cuerpo.

-¡No me mientas!- Grito la chica, mientras sacaba de su chaqueta el pequeño revolver calibre .32 y me apuntaba a la cabeza, una pequeña risa fue contenida en ese instante de mi parte. – ¡Sé que eres Antoine Rousseau!, ¡Jean Paul me enseñó la grabación!, ¡estabas al lado de esos hombres disfrazados de esas… Cosas!

Al decir esas palabras la sonrisa que tenía reposando en mis labios se borró completamente, sé que mis ojos cambiaron a su verdadera naturaleza, porque en ese momento la mirada de Fleur pasó de mostrar un sentimiento de Ira y desesperación a uno de temor y supervivencia.


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-Así que el pequeño bastardo me había mentido. Parece que tenía más voluntad de la que esperaba, me dijo que no le había dicho a nadie más acerca del video –. Le decía, mientras me acercaba hacia a ella paso por paso. -Supongo que lo subestimé después de haberle arrancado todas las uñas y unos cuantos dedos…


La chica temblaba mientras daba un paso hacia atrás por cada paso que yo daba.


-¡No te acerques más!, ¡voy a disparar! ¡Juro que lo haré!


En ese momento la vi directamente a los ojos y concentre mi sangre como ya lo he hecho centenares de veces y le dije. –No, vas quedarte quieta y en silencio sin disparar-

Al oír esas palabras Mademoiselle se quedó como una estatua apuntándome, en sus ojos podía ver la desesperación por querer apretar el gatillo hasta vaciar el revólver; por salir de allí corriendo y gritar por ayuda, pero no iba hacerlo, tenía que hacer lo que le ordené. Todos hacen lo que les ordeno…

-Veras pequeña- Me acerqué y le quité el arma de las manos mientras ella solo me seguía viendo atónita. –No quiero que gastes todas tus balas en mí, porque al final, necesito que guardes unas para una persona muy especial-

Descargué el revólver, dejando solo una bala en la recámara. –Y de todas maneras, no hubieses podido matarme chère, porque yo, ya estoy muerto-. Apreté el gatillo mientras tenía el cañón presionado contra mi pecho, el disparo no hizo tanto ruido al estar tan cerca. Admito que dolió un poco, pero es solo un rasguño comparado a otras heridas que he tenido.

La preciosa Fleur observaba como a pesar de la herida, del agujero apenas brotó una pequeña línea de sangre. Con el miedo dibujando el horror en sus ojos y su cuerpo gritándole a través de la taquicardia y el bombeo constante de su sangre por cada arteria que tenía que salir corriendo de allí, seguía cumpliendo mi orden como una mascota obediente, quieta y en silencio.

-Ahora chère, si me permites, esa pequeña demostración me dejo algo sediento, pero no te preocupes. Cuando despiertes, descubrirás que el horror apenas comienza…-

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Continuara

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Saludos, me gustó mucho esta historia, me gusta la ficción, las series de vampiros y cosas mágicas :) espero la continuación, que no tarde mucho ;) Gracias por compartirlo.