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Como una sombra en la oscuridad se escabulle. Nadie conoce su identidad y mucho menos su nombre. Todos saben que existe, pero nadie lo ha podido ver y el único rastro que deja es el cuerpo de las jovencitas que día con día aparecen en los lugares menos deseados de la ciudad.

Los años 20´s corren en la ciudad de Paris. La policía ha aumentado su seguridad desde hace 6 meses, sin embargo, y a pesar de ello, el culpable no ha sido capturado.

Las chicas muertas no muestran ningún rastro de violencia o de violación alguna, al contrario, se muestran limpias y con una expresión de tranquilidad en su rostro. Una expresión que da alusión a que se encuentran durmiendo.

La ultima fue encontrada esta mañana. Estaba recostada en una de las bancas frente a la fuente del parque. Sus ojos estaban cerrados y sus labios rojo carmín formaban una ligera sonrisa. En sus manos descansaba una novela bastante famosa y marca personal entre sus víctimas: “El perfume” de Patrick Süskind

Todos sospechan que el asesino de aquellas jovencitas, esta igual de enfermo que el protagonista de dicha novela, sin embargo, lo que no saben es que el mismo asesino se encuentra entre el montón de gente que se aglomera con morbo a ver el cuerpo de la joven mujer.

Él simplemente sonríe mientras pide permiso al montón de personas. Viste un uniforme de policía y es bastante respetado por la ciudadanía debido a su amplio historial de buenas acciones e incluso notas altas en el colegio mientras se entrenaba como policía. Proviene de una familia rica y bastante respetada en la ciudad. El solo escuchar su nombre impone respeto. Si lo dice él, es cierto y nadie lo cuestionara.
Su nombre es Derian Tolk.

Soberbia.

Nadie sabe que Derian es huérfano y que su actual familia lo adopto tras encontrarlo en un basurero buscando algo que comer. La mujer del señor Tolk perdió a su hijo cuando este tenía 8 años en un país extranjero por lo que nadie se entero de dicho suceso, sin embargo, aquel jovencito de un año mayor compartía ligeras similitudes que a la mujer Tolk hicieron tomarle un gran cariño al chico. Desde aquel entonces, el chiquillo sin nombre se volvió en Derian Tolk.

El secreto es guardado con gran recelo al grado que ni los empleados tienen permitido hablar de ello sino quieren desaparecer por siempre del mapa. La familia Tolk no puede permitirse que un chisme de esa magnitud aparezca y ensucie el nombre de la familia. Un nombre que ha mantenido el respeto por más de 50 generaciones y en donde la “sangre pura” de la familia ha sido cuidadosamente seleccionada por las mismas. Los Tolk no contraen matrimonio con cualquiera, no, la familia se casa y tiene hijos entre ellos mismos. Enterarse que uno de los descendientes ha fallecido y ha sido suplantado por un mocoso no digno sería una deshonra para todos, pero más para aquel joven matrimonio que esta cansado de las estúpidas normas de la familia.

Permanecieron fuera por casi 5 años. 5 años que significaron un gran cambio en el nuevo Derian. Aprendió el idioma y toda la historia familiar que había detrás. Se le educo como a un aristócrata y la familia no pudo estar más feliz al ver que aquel pequeño niño de 8 años ahora era un jovencito mucho más apuesto y educado que aquel que se fue hace 5 años y que era rebelde y bastante terco en actitud.

Ira.

El pequeño mira a través de la ventana como su madre es golpeada por aquel hombre una y otra vez. Quiere defenderla, pero sabe que es muy débil como para poder hacer algo. Cuando por fin el hombre desaparece, él regresa con un par de paños húmedos y una bandeja de agua para limpiar las heridas de la mujer. Ella llora y aunque él también quiere hacerlo, simplemente la abraza y llora con ella.

Su madre le ama y él se siente bastante protegido entre aquel dulce aroma a vainilla y jazmín. Es un olor único. Un olor que representa el amor y que nada podrá pasarle mientras ese olor se mantenga a su lado.

Una mañana despierta y el olor a vainilla y jazmín ha desaparecido entre sus brazos cuando encuentra el cuerpo de la mujer tirado en el piso y completamente ensangrentado. La mueve una y otra vez buscando despertarla e incluso limpia su rostro con aquellos paños húmedos, pero no hay respuesta entre tanta suplica que el niño hace para que su madre despierte.

Mira al hombre que descansa en la cama con completa paz y sus ojos se llenan de ira. Quiere matarlo y destrozarlo de la misma manera en la que él termino con aquella mujer.

No es consciente de sus acciones y solo se deja guiar por el instinto. A su corta edad de 8 años no ha asesinado a alguien, ni siquiera se ha atrevido a romper alguna planta porque piensa que las lastima, sin embargo, esta cansado de ser el niño bonito de mamá y de permitir que aquel hombre que se supone es su padre le traiga más sufrimiento que alegría.

Ha tomado el bote de gasolina que hay en el garaje y lo ha esparcido por toda la casa. No esta seguro de si lo que hará funcionará, pero ha escuchado en las noticias que a unas cuadras un accidente similar ha pasado y espera que por lo menos ello le cause un gran dolor al tipo que aún sigue descansando en la cama entre fuertes ronquidos. Ha dejado un ultimo beso en la frente de su madre y tras un suspiro ha salido corriendo de la casa tras abrir las perillas de la estufa.
Es de madrugada, por lo que nadie le observa. Da un último vistazo al que fue su hogar y con un simple encendedor ha hecho volar la casa en donde alguna vez fue feliz con su madre para luego huir de ahí.

Envidia.

Un año ha pasado desde que dejo su hogar. Las calles se han vuelto su casa y aunque muere de hambre constantemente siempre hay alguien que le brinda un poco de ayuda, aún así, mira con envidia a los niños que pasean por el parque de la mano de sus madres. Envidia que ellos tengan a sus madres y que les brinden el amor que él ya no puede tener desde hace un año.

La tristeza es notable en sus ojos cuando se mira en el reflejo del agua aún así se niega a llorar o a tan siquiera mostrar debilidad. No quiere las condolencias de nadie, solo quiere recuperar aquel aroma y aquella paz que su madre le brindaba cada que le abrazaba.

En el barrio donde a menudo merodea ha recibido el desprecio de las familias en especial de las mujeres de alta sociedad que al ver su aspecto sucio y andrajoso lo alejan en lugar de alejarlo. No quiere tener más desprecio de familias ricas por lo que ha preferido alejarse de ahí y continuar su camino a otro sector más humilde de la ciudad.
Envidia aquellos años en los que su madre solía vestirlo con finas ropas y deliciosas lociones cada que lo llevaba de compras o con sus amigas.

Tiene hambre y su estomago ruge con fuerza, han pasado 2 días desde que no come. Busca por los basureros al menos un poco de comida y tras varios intentos encuentra uno. ¡Salvación! Su pequeño estomago agradece ese poco de pan a medio comer que alguien ha tirado por ahí. Esta feliz, bastante feliz, pero ello desaparece cuando el nombre Derian salé de la boca de una mujer que sin asco alguno se ha acercado a abrazarlo. ¿Hace cuanto no recibía un abrazo acompañado de pequeñas caricias en sus mejillas?
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Avaricia.

El señor Tolk se ha disculpado con él ante el repentino accionar de su mujer. Le ha explicado que viajaron a su país para tratar a su pequeño hijo que hace unos pocos días falleció.

El niño comprende a la mujer, después de todo, él también perdió a su madre. Le han preguntado por su nombre, pero se ha negado a darlo pues no quiere que nadie más lo llame como solía hacerlo su madre, aun así, ha aceptado colaborar con ellos en aquella gran mentira que tienen preparada para la familia. Esta cansado de vivir en las calles. Está cansado de recibir desprecios y sabe que con su edad le será difícil salir adelante sino aprovecha esta nueva oportunidad que le dan. Ahora Derian tiene el poder de decidir sobre su futuro.

Han pasado 5 años desde que se volvió parte de la familia y ahora que viaja a Paris a conocer a la familia, esta bastante satisfecho de lo bien que ha logrado engañar al resto de la familia. Todos se asombran del gran cambio, pues, por lo que tenia entendido el Derian “original” era bastante rebelde. El pretexto: Crecer le ha hecho cambiar.
Lo cierto es que él no es rebelde y siempre ha preferido la tranquilidad y ser un buen chico. Eso era algo de lo que su madre estaba orgullosa y algo que quería mantener.

Ha conocido a toda la familia e incluso a la prima con la cual pretenden casarle cuando cumpla los 25 años de edad. ¡Estúpido! Es lo único que ha rondado por su mente desde que le dierón la noticia, aun así, se ha retirado de la mesa con los modales que se le habían enseñado.

Los días pasan y con ello Derian crece y crece más. Su fama en la escuela como alumno destacado es impecable. Sus pretendientes son muchas y el chico poco a poco se ha convertido en un guapo hombre que ahora a sus 18 años de edad busca ingresar al cuerpo de policías. Las historias de asesinos seriales y casos innumerables de violencia le han llamado tanto la atención que busca y quiere hacer un cambio. Quiere hacer justicia y no dejar que ningún otro niño sufra lo que él sufrió.

Tiene una obsesión por el olor a vainilla y jazmín por lo que siempre busca estos olores y aunque los encuentra ninguno se compara al olor de su madre. Necesita tener ese olor de nuevo, necesita y desea tenerlo una vez más a su lado.

Un día su futura esposa le regala un libro. En la portada se lee “El perfume”. En un principio piensa que es una novela romántica, pero tras leer el prologo se da cuenta de que es todo lo contrario. Noche tras noche las paginas de aquel libro se vuelven su obsesión y poco a poco una idea bastante loca se le mete a la cabeza. Buscar recuperar el aroma de su madre, de la misma manera en la que el protagonista del libro lo hace. Quiere y desea tener ese olor a toda costa sin importar nada.

Ha aprovechado en las madrugadas para aprender más sobre como se realizan los perfumes e incluso ha hablado con perfumistas de otras ciudades a donde ha viajado en vacaciones. Ha pasado 1 años recabando la información y ahora a sus 19 años de edad, se ha decidido a tomar la vida de su primera víctima.

En parte se siente culpable por ello. Es algo bastante hipócrita de su parte considerando que el motivo de integrarse a la policía era hacer la justicia y evitar asesinatos en especial de mujeres, aún así la obsesión por recuperar el olor de su madre se ha vuelto más poderoso en él.

Se ha enganchado a una joven mujer en las afueras de la ciudad y como muestra de respeto la ha tratado como la más delicada flor mientras realiza todo aquel proceso para obtener la delicada esencia de esta. Tal y como el protagonista del libro lo ha hecho, pero con unos ligeros cambios.

Derian ahora es, un asesino oculto en la mascara de un policía.

Lujuria

Han pasado 6 años. Derian ahora tiene 25 y es el oficial más respetado de la ciudad. Se las ha arreglado para encubrir los asesinatos de los últimos seis años mientras mejoraba su técnica. Aún sigue buscando la esencia de aquella mujer, o al menos ese es el engaño que constantemente se realiza para no aceptar que encuentra cierto placer en ver como las chicas “descansan” en una fría mesa de metal mientras él trabaja y extrae la esencia de cada mujer.

Quiere detenerse, pero desea terminar lo que empezó. Esta atrapado y ya no hay marcha atrás. No descansará hasta que lo logre o hasta que lo atrapen. Quizás es ello lo que también le ha hecho comenzar a dejar una copia de la novela donde saco la idea en espera de que alguien lo descubra y ponga fin a la tortura que el mismo vive.

Han abierto un bar a unas cuadras de parque que suele rondar en su turno y sus amigos le han invitado una copa, a la cual no se ha negado. En el bar hay un chico de su edad o incluso menor atendiendo. Le ha saludado y le ha parecido agradable y bastante atractivo también, aunque, lo ignora después de que este sirvió los tragos. La noche pasa tranquila y las copas hacen que poco a poco Derian caiga ante el alcohol. Sus compañeros están igual que él o incluso peor y el delgado barista se ha acercado a Derian para pedirle que por favor se retiren. Derian solo se ríe y tras darle un par de palmadas se ha levantado de la barra para golpear a sus compañeros y salir del lugar.

No sabe cómo lo ha hecho, pero ha llegado a casa. Se ha dejado caer en la cama y ha frotado su rostro con sus manos en un intento de relajar los músculos de la misma. En ese momento, sin saber como aquel olor que tanto busca ha aparecido en sus fosas nasales con un ligero cambio haciendo que toda la borrachera bajara en un segundo. ¿De donde ha obtenido ese olor?

La duda le ha tenido por días perdido en su mundo, se pregunta que hizo ese día y quien se acerco a él pero no recuerda nada. Se esta resignando por fin a darse por vencido hasta que aquel mismo chico del bar aparece frente a él y le atendió. En un principio se ha negado a aceptar el hecho de que un hombre sea el portador de dicho aroma, sin embargo, cada que se pasea cerca de él es bastante fuerte. Hay algo diferente, algo más masculino pero que le causa la misma sensación que cuando se encontraba con su madre. A partir de ese momento Derian esta decidido a obtenerlo.

La cercanía con el chico se vuelve cada vez más y más fuerte y ahora tras casi 3 años de convivir, Derian se ha decidido a poseer al menor. Ambos se han escusado bajo la fachada de que quieren realizar un viaje de buenos amigos para irse a otra ciudad y pasar 3 días juntos. Derian ha esperado tanto este tiempo que se encuentra incluso mucho más excitado que las veces en las que se ha tenido que acostar con la que desde hace unos meses es su mujer.

El olor del chico ha quedado tan impregnado en su cuerpo y su nariz que la sensación es simplemente un afrodisiaco para él. Se siente pleno y bastante calmado cuando esta con él.

Pereza

Los tres días han pasado y la hora de regresar a la vida habitual ha llegado. Ninguno de los dos quiere regresar a esa aburrida vida. Derian no quiere regresar con una mujer que no ama y quiere quedarse a lado de el hombre que le ha hecho dejar los asesinatos de lado. Con él tiene esa fragancia que tanto deseaba encontrar

Se ha inventado un sinfín de pretextos para negarse a partir de aquella casa que ha visto más pasión y romance que en esos tres días que en cualquier otro momento y sin embargo ambos regresan a la misma rutina.

Para Derian es un martirio haber regresado a esa aburrida vida, con una aburrida esposa que ni siquiera causa emoción alguna pero no hay más que hacer.

Un día, aparece en las noticias que el bar donde trabajaba “su amor” había sido atacado por la mafia y que gracias a ello todos los empleados y algunos clientes habían resultado muertos. Las lágrimas fueron difíciles de contener en el momento en el que confirmaron que el chico estaba entre los fallecidos. El dolor era inconmensurable y sentía que lo poco que quedaba de él se desvanecía como el ataúd del joven que poco a poco era cubierto por la tierra. El karma se había tomado venganza.

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