¡Cambiemos el mundo!

Los tiempos cambian, y con ello, las necesidades también. En tiempos pasados, era necesario hacer uso de cartas enviadas por correo postal que podían tardar demasiado para llegar, luego llego el teléfono y facilito la comunicación, sin embargo, era difícil para aquel entonces el concebir que pudieses llegar a ganar dinero solo con un aparato que hoy en día cargas a todos lados.


“Estudia y ten una licenciatura, una maestría, un diplomado y cuantos títulos te sean posibles para obtener un buen trabajo”. Esas frases son algo que muy usualmente los padres comentan a sus hijos para obtener el éxito, sin embargo, me he dado cuenta de que la realidad es otra.

Lo que escribo a continuación es una opinión realizada en base a mi experiencia y por lo tanto no debe tomarse como un consejo. Cada persona es libre de decidir si compartir esta opinión o no.

Si aún no me conoces soy Diane, una mexicana en sus 24 años de edad que hasta hace un año, se mantenía en un pensamiento mediocre, creada por las generaciones pasadas donde el llegar a concluir tus estudios con excelentes calificaciones ya era un gran motivo de orgullo y satisfacción. No voy a negar, el concluir esta faceta es un gran orgullo para mí, sin embargo, cuando te enfrentas a la vida real, te das cuenta de que TANTOS AÑOS DE ESTUDIO REALMENTE NO APORTAN MUCHO.


A mi edad, tengo ganas de comerme el mundo, sin embargo, si no te educas y preparas para hacerlo, muy seguramente estarás destinado a fracasar. En las escuelas, (al menos de instituciones publicas de México) el sistema educativo se basa en aprender datos que a la larga no te ayudarán demasiado en tu carrera o incluso en tu vida pues solo se ensañan en hacer que cada uno de nosotros memoricemos datos irrelevantes en lugar de enseñarte procesos que serán de utilidad en tu día a día.


Aprender la historia de México, aprender sobre las células de tu cuerpo, aprende sobre el universo y un gran etcétera de temas NO ESTAN MAL pero no considero que sean necesarios repetir y repetir una y otra vez en cada nueva etapa que sigues. Es más, para ingresar a alguna universidad, ES NECESARIO PASAR UN EXAMEN QUE TRATE DE NUEVA CUENTA ESTOS TEMÁS, AUNQUE NO VAYAN TAN DIRIGIDOS A LA CARRERA QUE DESEAS.


Enseñar estos temas hasta la preparatoria y pedir que para pasar de nivel contestes un examen con temas de estos, me parece una pérdida de tiempo, siendo que a partir de los 15 (que es la edad promedio en la que ingresas a la prepa) y hasta los 18 empezamos a pensar más en nosotros mismos y en algunos casos a buscar que queremos para nuestro futuro. Entiendo, a esa edad nos gusta y nos llama más la atención el “desmadre” pero vamos, ¿por qué no enseñar un poco sobre como es el sistema financiero? ¿por qué no enseñar cómo se realiza una declaración? ¿aspectos básicos sobre como montar un negocio? ¿un poco de marketing? Estas son habilidades que te permitirán salir adelante cuando concluyas y que realmente te servirán en tu vida, independientemente de si quieres o no estudiar una licenciatura (además, de que muy posiblemente te ayuden a elegir una carrera con mayor facilidad).


Quizás en su momento no prestaras mucha atención si son temas que no te interesan, pero a la edad adulta, es seguro que al menos un poco de noción sobre el tema se te quedará y podrás aplicarlo o al menos no te será tan difícil de entender.


Muchos casos de corrupción o engaño se dan por el simple hecho de no entender o no conocer sobre el tema, pues la gente le gusta la vida fácil y es mucho fácil designar tareas que son sencillas de resolver a alguien que se supone “sabe” y que puede ser más bien un completo engaño.


Cuando concluí mi licenciatura, salí con los conocimientos necesarios para entender a mi público, generar estrategias de precios y ofertas que pudiesen ser atractivas a mi cliente. Me enseñaron un poco de finanzas y otro poco de psicología, pero empecé a darme cuenta de que si estos temas me los hubiesen enseñado en la preparatoria en la universidad solo serían un repaso que me ayudaría a pulir el conocimiento adquirido.